Carta abierta al concejal de seguridad Francisco Javier Fernandez Abad
Señor:
le recomendamos la atenta lectura de los conceptos que se vierten en esta entrada ya que estamos seguros que le pueden ser de ayuda en las zozobras que le angustian.
Homosexualidad y Esperanza
Homosexuality and Hope
(Información y recursos para laicos,
religiosos, religiosas, diáconos y sacerdotes)
Homosexuality and Hope
(Información y recursos para laicos,
religiosos, religiosas, diáconos y sacerdotes)
Como propuesta a la libertad de nuestros lectores, y desde el más exquisito respeto hacia todas las personas, se introduce en este apartado, a la luz del Magisterio de la Iglesia, una primera aproximación al tema de la homosexualidad.
Es capital recordar, actuando en consecuencia, que los hombres y mujeres que experimentan una atracción sexual hacia personas del mismo sexo (AMS) “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta.”(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358)
La Iglesia Católica enseña en su Magisterio que es necesario distinguir entre las personas que sienten inclinación homosexual, la inclinación homosexual propiamente dicha (objetivamente desordenada) y los actos homosexuales (intrínsecamente desordenados); además, en la valoración de las conductas hay que diferenciar los niveles objetivo y subjetivo.
Por otra parte, la comprensión e identificación de la orientación sexual de una persona puede cambiar en el transcurso de la vida; es posible la esperanza.
En este sentido la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (miembros) ha publicado un documento titulado «La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar», en el que se insiste en que es necesario acoger y respetar a las personas que sienten atracción sexual hacia el mismo sexo (AMS), recordando que la Doctrina Católica al respecto habla, desde la verdad, de amor y de esperanza para todos y en particular para quienes más sufren. Los criterios recogidos por los Obispos españoles son de vital importancia para la correcta atención pastoral, de hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo, en los Centros de Orientación Familiar, en las parroquias, movimientos, comunidades y demás realidades eclesiales.
Es capital recordar, actuando en consecuencia, que los hombres y mujeres que experimentan una atracción sexual hacia personas del mismo sexo (AMS) “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta.”(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358)
La Iglesia Católica enseña en su Magisterio que es necesario distinguir entre las personas que sienten inclinación homosexual, la inclinación homosexual propiamente dicha (objetivamente desordenada) y los actos homosexuales (intrínsecamente desordenados); además, en la valoración de las conductas hay que diferenciar los niveles objetivo y subjetivo.
Por otra parte, la comprensión e identificación de la orientación sexual de una persona puede cambiar en el transcurso de la vida; es posible la esperanza.
En este sentido la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (miembros) ha publicado un documento titulado «La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar», en el que se insiste en que es necesario acoger y respetar a las personas que sienten atracción sexual hacia el mismo sexo (AMS), recordando que la Doctrina Católica al respecto habla, desde la verdad, de amor y de esperanza para todos y en particular para quienes más sufren. Los criterios recogidos por los Obispos españoles son de vital importancia para la correcta atención pastoral, de hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo, en los Centros de Orientación Familiar, en las parroquias, movimientos, comunidades y demás realidades eclesiales.
Respecto a este tema, al menos, pueden ser destacados diez elementos fundamentales del Magisterio de la Iglesia Católica que han sido recordados por los Obispos españoles en el citado documento [apartado «4.e» «La esperanza no defrauda» (Rom 5, 5), números 77-81 y notas 66-72], a saber:
Los hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo
Los hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta»: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358.
Los hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta»: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358.
La particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el mismo sexo
La particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el mismo sexo, «aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada»: Congregación para la Doctrina de la Fe,Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1.X.1986), n. 3.
La particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el mismo sexo, «aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada»: Congregación para la Doctrina de la Fe,Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1.X.1986), n. 3.
Los actos sexuales entre personas del mismo sexo
“Apoyándose en la sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados». Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.
“Apoyándose en la sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados». Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.
El significado moral del cuerpo y de sus comportamientos«Una doctrina que separe el acto moral de las dimensiones corpóreas de su ejercicio es contraria a las enseñanzas de la sagrada Escritura y de la Tradición. Tal doctrina hace revivir, bajo nuevas formas, algunos viejos errores combatidos siempre por la Iglesia, porque reducen la persona humana a una libertadespiritual, puramente formal. Esta reducción ignora el significado moral del cuerpo y de sus comportamientos (cf. 1 Co 6, 19). El apóstol Pablo declara excluidos del reino de los cielos a los «impuros, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, ultrajadores y rapaces» (cf. 1 Co 6, 9-10). Esta condena —citada por el concilio de Trento 88— enumera como pecados mortales, o prácticas infames, algunos comportamientos específicos cuya voluntaria aceptación impide a los creyentes tener parte en la herencia prometida. En efecto,cuerpo y alma son inseparables: en la persona, en el agente voluntario y en el acto deliberado, están o se pierden juntos»: Beato Juan Pablo, EncíclicaVeritatis Splendor, 49.
Sobre la imputabilidad
“La ignorancia involuntaria puede disminuir, y aún excusar, la imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las presiones exteriores o los trastornos patológicos. El pecado más grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal”:Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1860.
“La ignorancia involuntaria puede disminuir, y aún excusar, la imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las presiones exteriores o los trastornos patológicos. El pecado más grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal”:Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1860.
Hay esperanza, es posible superar las dificultades personales
Las personas con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben ser acogidas en la acción pastoral con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana (29. XII. 1975), n. 8.
Las personas con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben ser acogidas en la acción pastoral con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana (29. XII. 1975), n. 8.
Los Obispos y las formas especializadas de atención pastoral con la colaboración de las ciencias psicológicas, sociológicas y médicas
«Los obispos deben procurar sostener con los medios a su disposición el desarrollo de formas especializadas de atención pastoral para las personas homosexuales. Esto podría incluir la colaboración de las ciencias psicológicas, sociológicas y médicas, manteniéndose siempre en plena fidelidad con la doctrina de la Iglesia»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1. X. 1986), n. 17.
«Los obispos deben procurar sostener con los medios a su disposición el desarrollo de formas especializadas de atención pastoral para las personas homosexuales. Esto podría incluir la colaboración de las ciencias psicológicas, sociológicas y médicas, manteniéndose siempre en plena fidelidad con la doctrina de la Iglesia»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1. X. 1986), n. 17.
Importancia de la detección precoz
«Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y cualificadas para proporcionarles todo el apoyo posible»: Pontificio Consejo para la Familia.Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
«Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y cualificadas para proporcionarles todo el apoyo posible»: Pontificio Consejo para la Familia.Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
Terapia apropiada
«Muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada»:Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
«Muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada»:Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
Sobre la no discriminación
«La “tendencia sexual” no constituye una cualidad comparable con la raza, el origen étnico, etc., respecto a la no discriminación. A diferencia de esas cualidades, la tendencia homosexual es un desorden objetivo (cf. Carta, n. 3) y conlleva una cuestión moral»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales (23.VII. 1992), n. 10.
«La “tendencia sexual” no constituye una cualidad comparable con la raza, el origen étnico, etc., respecto a la no discriminación. A diferencia de esas cualidades, la tendencia homosexual es un desorden objetivo (cf. Carta, n. 3) y conlleva una cuestión moral»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales (23.VII. 1992), n. 10.
HASTA AQUI EL ARTICULO
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A PARTIR DE AQUI EL COMENTARIO
A partir de la primavera del año 2006 Javier Fernandez empezó a presentar signos inequívocos de una gran tensión interior una angustia existencial intolerable.
continuara............................
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