Alicante,denuncia por un delito contra el bienestar animal

Un 'tratante' mantiene a 16 caballos y burros al borde de la muerte sin comida ni bebida

• Una ONG presenta una denuncia por un delito contra el bienestar animal
• Los burros están atados y 'ni siquiera pueden tumbarse para descansar'
• Cinco sufren una enfermedad producida por el sobrecrecimiento de los cascos
• El informe veterinario concluye que 'algunos de ellos pueden morir en breve'

M. Climent | Callosa del Segura (Alicante)

Actualizado domingo 16/06/2013 10:22 horas

"Se van a morir de hambre". La vida de 16 animales en situación de absoluta desprotección corre peligro y "nadie hace nada para evitarlo". La ONG El Refugio del Burrito ha denunciado a una explotación equina de Callosa del Segura (Alicante) por un delito contra el bienestar animal. "Un tratante de poca monta los tiene en condiciones lamentables", afirma la directora de la organización, Verónica Sánchez.

El refugio, que pertenece a la ONG inglesa The Donkey Sanctuary, recibió esta semana una llamada de socorro desde una asociación equina de Alicante. Un "tratante" mantenía a 25 burros, mulos, caballos y ponis en situación deplorable. La propia Sánchez, junto a la veterinaria Dorothea Dudli, de La Crin CB, se desplazó hasta la localidad alicantina para comprobar el estado de los animales.

Cuando Sánchez llegó a la explotación el pasado lunes, la sangre se le quedó helada. Los animales estaban atados con cadenas tan cortas que "ni siquiera podían tumbarse para descansar". El abrevadero estaba vacío. Tan sólo había un cubo de agua en medio, al que no podían acceder los que estaban amarrados en los extremos del establo.

La alimentación era totalmente "insuficiente". Los animales sólo tenían restos de paja, que había sido proporcionada por el refugio de caballos para comer, cuando los principales nutrientes de la dieta del burro vienen del heno y los de los caballos, de los cereales. En cuanto a los alojamiento, los animales se encontraban en construcciones con "riesgo de derrumbe y peligro de lesiones por escombro y chatarra".

El informe veterinario confirmó la escena. Según la veterinaria, el estado de las carnes de los animales era "muy malo" (1 en una escala de 1 al 5), en algunos casos llegando a la emaciación. Al menos, cinco de los burros presentaban "signos evidentes de infosura crónica". Sánchez explica que se trata de una enfermedad producida por el sobrecrecimiento de los cascos que produce mucho dolor y la muerte del animal si no se trata a tiempo. "Con el sobrecrecimiento de los cascos, se produce una torsión de la tercera falange, el hueso que se inserta dentro del casco, así como una desintegración progresiva del mismo y crea un daño irreversible", comenta.

El informe veterinario incluso recomienda la "eutanasia" de uno de ellos. Otro caballo presentaba signos clínicos de una lesión ortopédica grave en una extremidad y no estaba recibiendo "ninguna clase de tratamiento". La veterinaria concluye en su documento que "existen evidencias clínicas de que algunos de los animales pudieran morir en breve, tanto por falta de atención vetrinaria como por desnutrición y deshidratación".

Un día después, Sánchez presentó una denuncia por un delito contra el bienestar animal en el juzgado número 2 de Orihuela junto al informe veterinario. La directora del Refugio del Burrito pidió una orden judicial para poder incautar los animales y se ofreció como depositaria para acoger a los burros y mulos. "Me dijeron que ya se resolvería, pero la desprotección de los animales en este momento es total", explica afligida.

Sánchez afirma que el tratante de animales ya tiene una sanción por la ilegalidad de la explotación y una orden de inmovilización de animales. Además, ninguno de los burros y caballos lleva microchip, tal y como marca la ley. "Las autoridades lo saben y nadie hace nada", destaca. "Incumple todas las leyes de protección animal de la Comunidad Valenciana, de España y Europa, así como las de sanidad animal, explotaciones ganaderas y transporte de animales".

La directora de El Refugio del Burrito finalmente consiguió llevarse el pasado miércoles, bajo coacción al propietario, los nueve burros en peores condiciones de los 25 animales que había en la explotación. Todavía quedan 16 en estado de "inanición": dos burros, cuatro mulos, dos ponis y ocho caballos. La ONG se vio obligada a sacrificar a dos de ellos porque presentaban "daños físicos irreversibles". Otros dos se quedaron en una hípica de Murcia sin poder hacer el viaje hasta el refugio de Málaga porque no tenían fuerzas para viajar.

Sánchez espera ahora que las autoridades despierten ante este caso de flagrante "maltrato animal" y les ayuden a salvar a los 16 animales en peligro, así como que "inhabiliten al dueño de las instalaciones para tener animales el resto de su vida".

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