LOS VERDES DE ALCALÁ DE HENARES
“El capitalismo no se puede cambiar, se tiene que destruir”
La diputada islandesa pretende convertir su país en un refugio seguro para informadores
Joseba Elola
Madrid
25 AGO 2013
Birgitta Jónsdóttir, en un banco cercano al Parlamento. / HALLDOR KOLBEINS (AFP)
Birgitta Jónsdóttir (Reikiavik, 1967) es una luchadora optimista. Una
mujer convencida de que el siglo XXI será el de la gente corriente. El
siglo en el que la ciudadanía despertará para cambiar las reglas del
juego. Desde hace años centra su lucha en garantizar el acceso de los
ciudadanos a la información, a los hechos, para que puedan tomar
decisiones. Diputada islandesa, excolaboradora de Wikileaks y poetisa,
ha hecho de la libertad de información y expresión su bandera, y preside
el International Modern Media Institute, una iniciativa que pretende
convertir Islandia en un refugio seguro para informadores y filtradores.
“Tenemos que colaborar para ir contra la corriente”, dice en conversación telefónica desde la capital islandesa. “Hay mucha gente que no quiere ser parte de este monstruo que hemos creado en el nombre del capitalismo”.
Jónsdóttir habla con un tono de voz muy tranquilo y se ríe a menudo de sus propias ocurrencias. Sus respuestas denotan que, en cierto modo, pertenece a la escuela de los que piensan que el método es el camino. “Yo no tengo todas las soluciones, gracias a Dios, pero creo que si recabamos las ideas que se están poniendo a funcionar en muchos sitios del mundo, podemos crear muchos modelos distintos para sociedades distintas”.
Fue a finales de 2009 cuando esta mujer de 46 años decidió lanzarse al ruedo político. La indignación de los ciudadanos islandeses estaba en lo más alto tras el colapso financiero. No dudó en involucrarse en la creación de El Movimiento, un partido nacido al calor de las protestas ciudadanas. En apenas ocho semanas consiguieron un 7% de los votos.
Pero fue un partido para un momento concreto, integrado por gentes de muy distintas procedencias.
A finales de 2012 puso en marcha el Partido Pirata islandés, con el que consiguió tres escaños en las elecciones de abril. Libertad de información y de expresión, democracia directa, privacidad y reformas de las leyes de patentes y derechos de autor son algunas de las batallas de su nueva formación.
Pregunta. ¿Qué es lo que los líderes del mundo aún no han entendido?
Respuesta. No han entendido que estamos en el siglo XXI y que nuestro modo de comunicarnos y de compartir información lo ha transformado todo radicalmente. No entienden que se está produciendo una revolución de la información que va muy rápido. Pero sí que han entendido cómo abusar de esas nuevas formas de comunicación que utilizamos, invadiendo nuestra privacidad, socavando los cimientos de nuestras democracias. Vivimos en un mundo en que el periodista ya no puede proteger a sus fuentes, donde los médicos no pueden garantizar la privacidad de sus pacientes… Los líderes mundiales no entienden el daño que están causando. Tampoco comprenden el significado de las palabras sostenibilidad o transparencia.
Jónsdóttir está experimentando con fórmulas de democracia directa desde las filas del Partido Pirata. Los ciudadanos ya pueden enviar a su formación propuestas para que sean trasladadas al Parlamento a través del programa Better Iceland. Las cinco más votadas serán presentadas. El programa está en pañales, pero en octubre comenzará a funcionar. “Lo que queremos conseguir es esa idea de la democracia líquida. Todos estamos viendo, en todo el mundo, que nuestros sistemas no funcionan porque fueron creados hace mucho tiempo, en sociedades muy distintas a la nuestra”. Dice que la democracia representativa está agotada, que los representantes del ciudadano no tienen que ser políticos profesionales. “¿Cómo hacemos para conseguir que la gente en general pueda participar en la cocreación de las sociedades en que vivimos? Tenemos que ir hacia estructuras más pequeñas y al mismo tiempo necesitamos poder transferir nuestro voto a personas en las que confiemos”.
VER:http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/23/actualidad/1377252161_022233.html
“Tenemos que colaborar para ir contra la corriente”, dice en conversación telefónica desde la capital islandesa. “Hay mucha gente que no quiere ser parte de este monstruo que hemos creado en el nombre del capitalismo”.
Jónsdóttir habla con un tono de voz muy tranquilo y se ríe a menudo de sus propias ocurrencias. Sus respuestas denotan que, en cierto modo, pertenece a la escuela de los que piensan que el método es el camino. “Yo no tengo todas las soluciones, gracias a Dios, pero creo que si recabamos las ideas que se están poniendo a funcionar en muchos sitios del mundo, podemos crear muchos modelos distintos para sociedades distintas”.
Fue a finales de 2009 cuando esta mujer de 46 años decidió lanzarse al ruedo político. La indignación de los ciudadanos islandeses estaba en lo más alto tras el colapso financiero. No dudó en involucrarse en la creación de El Movimiento, un partido nacido al calor de las protestas ciudadanas. En apenas ocho semanas consiguieron un 7% de los votos.
Pero fue un partido para un momento concreto, integrado por gentes de muy distintas procedencias.
A finales de 2012 puso en marcha el Partido Pirata islandés, con el que consiguió tres escaños en las elecciones de abril. Libertad de información y de expresión, democracia directa, privacidad y reformas de las leyes de patentes y derechos de autor son algunas de las batallas de su nueva formación.
Pregunta. ¿Qué es lo que los líderes del mundo aún no han entendido?
Respuesta. No han entendido que estamos en el siglo XXI y que nuestro modo de comunicarnos y de compartir información lo ha transformado todo radicalmente. No entienden que se está produciendo una revolución de la información que va muy rápido. Pero sí que han entendido cómo abusar de esas nuevas formas de comunicación que utilizamos, invadiendo nuestra privacidad, socavando los cimientos de nuestras democracias. Vivimos en un mundo en que el periodista ya no puede proteger a sus fuentes, donde los médicos no pueden garantizar la privacidad de sus pacientes… Los líderes mundiales no entienden el daño que están causando. Tampoco comprenden el significado de las palabras sostenibilidad o transparencia.
Jónsdóttir está experimentando con fórmulas de democracia directa desde las filas del Partido Pirata. Los ciudadanos ya pueden enviar a su formación propuestas para que sean trasladadas al Parlamento a través del programa Better Iceland. Las cinco más votadas serán presentadas. El programa está en pañales, pero en octubre comenzará a funcionar. “Lo que queremos conseguir es esa idea de la democracia líquida. Todos estamos viendo, en todo el mundo, que nuestros sistemas no funcionan porque fueron creados hace mucho tiempo, en sociedades muy distintas a la nuestra”. Dice que la democracia representativa está agotada, que los representantes del ciudadano no tienen que ser políticos profesionales. “¿Cómo hacemos para conseguir que la gente en general pueda participar en la cocreación de las sociedades en que vivimos? Tenemos que ir hacia estructuras más pequeñas y al mismo tiempo necesitamos poder transferir nuestro voto a personas en las que confiemos”.
VER:http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/23/actualidad/1377252161_022233.html
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