Comentario presuntante político al editorial:
Arq de Lux | Luis Alemany – Arquitectes per l'Arquitectura
por Juan Antonio Camargo
La tramitación del Exp. 4852 SERVICIO DE REDACCIÓN DE LA REVISIÓN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE ALCALÁ DE HENARES acumula un retraso considerable sin que a nadie parezca importarle, excepto a Naranjo que como un "mantra" reclama consenso.
En el articulo de Luis Alemany puede encontrarse alguna de las claves; en efecto Alemay afirma que:
"Desde los tiempos más remotos la arquitectura ha servido para marcar las distancias sociales y glorificar al poder. Las pirámides de Egipto y las catedrales fueron obras que pretendían transmitir un mensaje a la posteridad. Pero con el nacimiento de la burguesía el arte adquiere además el carácter de lujo y lo exquisito se convierte en moda. Lo sagrado acaba por convertirse en una marca, como apunta Gilles Lipovetsky. El debate se centra hoy sobre si la arquitectura debe mantener su tradicional carácter monumental o abandonar sus sueños de grandeza e intentar satisfacer las necesidades del hombre común.
La historia del lujo no empieza con un trapo de piel ni con una piedra brillante atada a un cuello. La historia del lujo empieza en un enterramiento, en un templo, en un cachito de arquitectura encargado por alguien que quiso hacer sagrado el día a día profano. Esa era la idea que construía El lujo eterno (Anagrama), un ensayo de hace 10 años de Gilles Lipovetzky que aún aparece junto a El lujo y el capitalismo, de Werner Sombart, en el podio de los libros que han intentado intelectualizar el apetito de exquisitez. Y si está en lo cierto Lipovetzky, aquel primer templo, aquel primer lujo, fue la manzana prohibida de la historia de la arquitectura.
«La arquitectura antigua que ha llegado hasta nosotros procede de los poderosos. De las pirámides a los palacios y templos, los gobernantes y las iglesias han acaparado la mayor parte de la arquitectura significativa. Incluso la arquitectura dedicada a los más necesitados, como los hospitales en las rutas de peregrinación, procedían de órdenes monásticas y de donativos de los más ricos. Sus edificios eran un lujo por varias razones, en general por comparación con la forma de vida del resto de los seres humanos», explica Enrique Domínguez Uceta, crítico de arquitectura de este periódico.
Una arquitectura para los poderosos, la posibilidad de poder urbanizar las orillas del rio Henares con viviendas de lujo y la construccion en los cuarteles de tiendas y locales de ocio dedicadas al lujo y al relax de los mas ricos y poderosos es lo que defiende Naranjo (y tambien Pilar Fernandez de IU-PCE, sin citarlo) en el nuevo PGU, que no PGOU, presuntamente claro.
Arq de Lux | Luis Alemany – Arquitectes per l'Arquitectura
por Juan Antonio Camargo
La tramitación del Exp. 4852 SERVICIO DE REDACCIÓN DE LA REVISIÓN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE ALCALÁ DE HENARES acumula un retraso considerable sin que a nadie parezca importarle, excepto a Naranjo que como un "mantra" reclama consenso.
En el articulo de Luis Alemany puede encontrarse alguna de las claves; en efecto Alemay afirma que:
"Desde los tiempos más remotos la arquitectura ha servido para marcar las distancias sociales y glorificar al poder. Las pirámides de Egipto y las catedrales fueron obras que pretendían transmitir un mensaje a la posteridad. Pero con el nacimiento de la burguesía el arte adquiere además el carácter de lujo y lo exquisito se convierte en moda. Lo sagrado acaba por convertirse en una marca, como apunta Gilles Lipovetsky. El debate se centra hoy sobre si la arquitectura debe mantener su tradicional carácter monumental o abandonar sus sueños de grandeza e intentar satisfacer las necesidades del hombre común.
La historia del lujo no empieza con un trapo de piel ni con una piedra brillante atada a un cuello. La historia del lujo empieza en un enterramiento, en un templo, en un cachito de arquitectura encargado por alguien que quiso hacer sagrado el día a día profano. Esa era la idea que construía El lujo eterno (Anagrama), un ensayo de hace 10 años de Gilles Lipovetzky que aún aparece junto a El lujo y el capitalismo, de Werner Sombart, en el podio de los libros que han intentado intelectualizar el apetito de exquisitez. Y si está en lo cierto Lipovetzky, aquel primer templo, aquel primer lujo, fue la manzana prohibida de la historia de la arquitectura.
«La arquitectura antigua que ha llegado hasta nosotros procede de los poderosos. De las pirámides a los palacios y templos, los gobernantes y las iglesias han acaparado la mayor parte de la arquitectura significativa. Incluso la arquitectura dedicada a los más necesitados, como los hospitales en las rutas de peregrinación, procedían de órdenes monásticas y de donativos de los más ricos. Sus edificios eran un lujo por varias razones, en general por comparación con la forma de vida del resto de los seres humanos», explica Enrique Domínguez Uceta, crítico de arquitectura de este periódico.
Una arquitectura para los poderosos, la posibilidad de poder urbanizar las orillas del rio Henares con viviendas de lujo y la construccion en los cuarteles de tiendas y locales de ocio dedicadas al lujo y al relax de los mas ricos y poderosos es lo que defiende Naranjo (y tambien Pilar Fernandez de IU-PCE, sin citarlo) en el nuevo PGU, que no PGOU, presuntamente claro.
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