Rafael Baldayac
Un lobby, en su peor connotación, como la utilizada por el llamado sumo pontífice, es un colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante las autoridades gubernamentales. Cuando son ignorados, utilizan como estrategia los movimientos de protestas a fin de influir en las masas, transformándose en "Grupo de Presión".
Los grupos de presión utilizan los medios a su alcance buscando la manera de dominar a la opinión pública, penetrando en el sector empresarial o patronal, sindical, bancario, político, narcotráfico, transportistas, religiosos o ecologista.
Recientemente la prensa internacional resaltó lo siguiente: “Pontífice denuncia una red de corrupción homosexual y reconoce la existencia de un “lobby gay” en el Vaticano”.
Su Santidad admitió la existencia de un ‘lobby gay’ en el Vaticano que se traduce en una red de corrupción homosexual. “En la curia hay gente santa, pero también hay una corriente de corrupción, es verdad. Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí”, admite con dolor el religioso.
Lobby gay o mafia rosa? son términos con los que se alude a los grupos de presión gay. Generalmente se ha asociado a la supuesta mafia gay, originalmente de influencia en la industria de la moda y el espectáculo.
Sus tentáculos crecen, ahora llegan hasta el mundo de los deportes. El término fue ampliamente usado en los medios de comunicación a partir de 1980 en las páginas de los grandes periódicos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Uno de los primeros críticos fue el inglés Kenneth Tynan, en un artículo dirigido al editor de la morbosa revista Playboy a finales de 1965 sobre la "mafia homosexual" en el arte. El término se generalizó para describir una poderosa camarilla social, dominando la industria y la política."
Más recientemente el líder eclesiástico rescató el tema diciendo que los homosexuales no deben ser juzgados ni marginados y que deben ser integrados en la sociedad.
El Pontífice, sin embargo, considera que las conductas homosexuales son un pecado y se mostró crítico del "lobby gay", ante la pregunta de si hay grupos de presión operando en el Vaticano en apoyo de los homosexuales.
"El problema es hacer el lobby, de esa tendencia, o de políticos, masones. Ése es el problema más grande", explica el jefe del Vaticano.
Y agregó: "En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla”. No se deben marginar a personas que tengan esa orientación, asegura el líder eclesiástico.
Estos grupos son los principales promotores del “Matrimonio” entre parejas del mismo sexo y montando eventos de forma pública para instar por la tolerancia y la igualdad de los LGBT (gais, lesbianas, bisexuales y transexuales), como el Día Internacional del Orgullo Gay.
Sin embargo, consistentemente la Biblia nos dice que la actividad homosexual es pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; Romanos 1:26-27; 1ª Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente, que la homosexualidad es el resultado de negar y desobedecer a Dios.
La Biblia dice que cuando una persona continúa en pecado e incredulidad, Dios “lo entrega” aún al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrarle lo inútil y desesperado de la vida, al hallarse separado de Dios.
Cuál es la consecuencia del pecado? Confirma el Manual de Vida en 1ª Corintios 6:9-10 que los “transgresores” homosexuales no heredarán el reino de Dios.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Los grupos de presión utilizan los medios a su alcance buscando la manera de dominar a la opinión pública, penetrando en el sector empresarial o patronal, sindical, bancario, político, narcotráfico, transportistas, religiosos o ecologista.
Recientemente la prensa internacional resaltó lo siguiente: “Pontífice denuncia una red de corrupción homosexual y reconoce la existencia de un “lobby gay” en el Vaticano”.
Su Santidad admitió la existencia de un ‘lobby gay’ en el Vaticano que se traduce en una red de corrupción homosexual. “En la curia hay gente santa, pero también hay una corriente de corrupción, es verdad. Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí”, admite con dolor el religioso.
Lobby gay o mafia rosa? son términos con los que se alude a los grupos de presión gay. Generalmente se ha asociado a la supuesta mafia gay, originalmente de influencia en la industria de la moda y el espectáculo.
Sus tentáculos crecen, ahora llegan hasta el mundo de los deportes. El término fue ampliamente usado en los medios de comunicación a partir de 1980 en las páginas de los grandes periódicos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Uno de los primeros críticos fue el inglés Kenneth Tynan, en un artículo dirigido al editor de la morbosa revista Playboy a finales de 1965 sobre la "mafia homosexual" en el arte. El término se generalizó para describir una poderosa camarilla social, dominando la industria y la política."
Más recientemente el líder eclesiástico rescató el tema diciendo que los homosexuales no deben ser juzgados ni marginados y que deben ser integrados en la sociedad.
El Pontífice, sin embargo, considera que las conductas homosexuales son un pecado y se mostró crítico del "lobby gay", ante la pregunta de si hay grupos de presión operando en el Vaticano en apoyo de los homosexuales.
"El problema es hacer el lobby, de esa tendencia, o de políticos, masones. Ése es el problema más grande", explica el jefe del Vaticano.
Y agregó: "En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla”. No se deben marginar a personas que tengan esa orientación, asegura el líder eclesiástico.
Estos grupos son los principales promotores del “Matrimonio” entre parejas del mismo sexo y montando eventos de forma pública para instar por la tolerancia y la igualdad de los LGBT (gais, lesbianas, bisexuales y transexuales), como el Día Internacional del Orgullo Gay.
Sin embargo, consistentemente la Biblia nos dice que la actividad homosexual es pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; Romanos 1:26-27; 1ª Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente, que la homosexualidad es el resultado de negar y desobedecer a Dios.
La Biblia dice que cuando una persona continúa en pecado e incredulidad, Dios “lo entrega” aún al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrarle lo inútil y desesperado de la vida, al hallarse separado de Dios.
Cuál es la consecuencia del pecado? Confirma el Manual de Vida en 1ª Corintios 6:9-10 que los “transgresores” homosexuales no heredarán el reino de Dios.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
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