Pedro
García
Poyatos
14/10/2017
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Austria cerró ayer la campaña electoral más sucia que se recuerda con la sensación de asistir al final de una era. El bipartidismo de conservadores (ÖVP) y socialdemócratas (SPÖ) que ha dominado la vida política del país alpino desde el final de la Segunda Guerra Mundial está agotado y la derecha populista del FPÖ está dispuesta a cubrir ese espacio dejado por dos partidos que han gobernado en Gran Coalición 44 de los últimos 72 años. Seguir leyendo>>
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