El objetivo del 30% de eficiencia energética es rentable
15 septiembre, 2014 Por imedia
La Comisión Europea ha propuesto un objetivo de eficiencia energética del 30% para el conjunto de Estados miembros en 2030 a través de una Comunicación al Parlamento y Consejo europeos publicada el 23 de julio que completa las metas que propuso en enero de 2014 de una reducción del 40% de las emisiones de CO2 y un consumo de renovables del 27% en el Marco de 2030 sobre Clima y Energía.
La Comunicación sobre eficiencia energética se desarrolla sobre un objetivo del 25% y solo al final, debido a la crisis de Ucrania, para reforzar la seguridad de suministro y reducir la dependencia energética de Rusia, se eleva el objetivo al 30% para dar más consistencia al Plan de Seguridad Energética que la Comisión aprobó en mayo y afrontar los riesgos asociados al gas ruso. Es la amenaza de Putin lo que ha obligado a elevar precipitadamente el objetivo de eficiencia energética.
El mismo día que se anuncia el nuevo objetivo de eficiencia energética se hizo público el sexto informe de la Comisión Europea sobre cohesión económica, social y territorial en el que la eficiencia energética se considera, junto al empleo y las pymes, el núcleo de la política de cohesión de la UE para 2014-2020 y se anuncia un presupuesto de 38.000 M€ de fondos europeos destinados a eficiencia energética y renovables, más 2.000 millones de los programas Horizon 2020.
La Comunicación de 23 de julio parte del reconocimiento de que la eficiencia energética es fundamental para mejorar la competitividad de la economía y que únicamente el cumplimiento pleno de las directivas de eficiencia energética de edificios y de eficiencia energética hará posible alcanzar los objetivos de 2020 y 2030. Pero esta afirmación la sustenta en una serie de datos sobre los beneficios de las inversiones en ahorro de energía que superan ampliamente sus costes.
Los impactos positivos de la eficiencia energética en el crecimiento, en el empleo y en el impulso a la industria es consecuencia de que la eficiencia es un motor de innovación tecnológica y de integración de las tecnologías de la información (TIC) en todas las formas de consumo de energía, contribuyendo al avance de la generación descentralizada y proporcionando al consumidor final el poder de gestionar su demanda de forma activa.
La menor demanda de combustibles fósiles reducirá los precios de la energía y cada 1% adicional de ahorro energético supondrá una rebaja del 0,4% y del 0,1% en el precio del gas y el petróleo respectivamente. La renovación y el mayor uso de equipamientos eficientes, como calefacciones y ventanas, ahorrará a los consumidores 100.000 M€ anuales o 465 euros por hogar.
Para alcanzar el objetivo del 25% de eficiencia energética en 2030 se calcula un coste de 2.000 M€ cada año y un ahorro de 9.000 M€ anuales en importaciones de combustibles fósiles, equivalentes a un 2% menos de importaciones de petróleo y un 13% menos de importaciones de gas (44 mil millones de metros cúbicos). Las importaciones de gas se reducirían en un 2,6% por cada 1% adicional de ahorro energético. A ello habría que añadir los beneficios adicionales por la reducción de emisiones de CO2, la menor contaminación atmosférica, del agua y del suelo y la creación de empleo.
La eficiencia energética es rentable. Ese es el principal mensaje que expresan los datos de la Comisión Europea y que se contradicen con la cicatería en la determinación del objetivo, que solo se eleva por la amenaza rusa, y con algo todavía más injustificable como es el carácter indicativo del objetivo del 30% de eficiencia energética. ¿Si tan importante es para la seguridad energética de Europa, por qué no se ha querido establecer un objetivo de ahorro de energía más elevado y vinculante para los Gobiernos?
La Comunicación sobre eficiencia energética se desarrolla sobre un objetivo del 25% y solo al final, debido a la crisis de Ucrania, para reforzar la seguridad de suministro y reducir la dependencia energética de Rusia, se eleva el objetivo al 30% para dar más consistencia al Plan de Seguridad Energética que la Comisión aprobó en mayo y afrontar los riesgos asociados al gas ruso. Es la amenaza de Putin lo que ha obligado a elevar precipitadamente el objetivo de eficiencia energética.
El mismo día que se anuncia el nuevo objetivo de eficiencia energética se hizo público el sexto informe de la Comisión Europea sobre cohesión económica, social y territorial en el que la eficiencia energética se considera, junto al empleo y las pymes, el núcleo de la política de cohesión de la UE para 2014-2020 y se anuncia un presupuesto de 38.000 M€ de fondos europeos destinados a eficiencia energética y renovables, más 2.000 millones de los programas Horizon 2020.
La Comunicación de 23 de julio parte del reconocimiento de que la eficiencia energética es fundamental para mejorar la competitividad de la economía y que únicamente el cumplimiento pleno de las directivas de eficiencia energética de edificios y de eficiencia energética hará posible alcanzar los objetivos de 2020 y 2030. Pero esta afirmación la sustenta en una serie de datos sobre los beneficios de las inversiones en ahorro de energía que superan ampliamente sus costes.
Los impactos positivos de la eficiencia energética en el crecimiento, en el empleo y en el impulso a la industria es consecuencia de que la eficiencia es un motor de innovación tecnológica y de integración de las tecnologías de la información (TIC) en todas las formas de consumo de energía, contribuyendo al avance de la generación descentralizada y proporcionando al consumidor final el poder de gestionar su demanda de forma activa.
La menor demanda de combustibles fósiles reducirá los precios de la energía y cada 1% adicional de ahorro energético supondrá una rebaja del 0,4% y del 0,1% en el precio del gas y el petróleo respectivamente. La renovación y el mayor uso de equipamientos eficientes, como calefacciones y ventanas, ahorrará a los consumidores 100.000 M€ anuales o 465 euros por hogar.
Para alcanzar el objetivo del 25% de eficiencia energética en 2030 se calcula un coste de 2.000 M€ cada año y un ahorro de 9.000 M€ anuales en importaciones de combustibles fósiles, equivalentes a un 2% menos de importaciones de petróleo y un 13% menos de importaciones de gas (44 mil millones de metros cúbicos). Las importaciones de gas se reducirían en un 2,6% por cada 1% adicional de ahorro energético. A ello habría que añadir los beneficios adicionales por la reducción de emisiones de CO2, la menor contaminación atmosférica, del agua y del suelo y la creación de empleo.
La eficiencia energética es rentable. Ese es el principal mensaje que expresan los datos de la Comisión Europea y que se contradicen con la cicatería en la determinación del objetivo, que solo se eleva por la amenaza rusa, y con algo todavía más injustificable como es el carácter indicativo del objetivo del 30% de eficiencia energética. ¿Si tan importante es para la seguridad energética de Europa, por qué no se ha querido establecer un objetivo de ahorro de energía más elevado y vinculante para los Gobiernos?
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