Agencia EFE
Madrid, 19 nov (EFE).- La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha instado hoy a la líder de los populares en Madrid, Esperanza Aguirre,
a explicar por qué ha mantenido como trabajador del partido a su
exgerente, que dimitió tras conocerse que había gastado 58.000 euros con
una tarjeta opaca de Caja Madrid.
Cospedal ha reaccionado así tras
la publicación de informaciones sobre la continuidad de Beltrán
Gutiérrez Moliner -que hasta su dimisión dependía de la dirección
nacional- en la plantilla del PP de Madrid, que la cúpula territorial ha
confirmado y que ha suscitado además numerosas críticas en las filas de
la oposición.
Comentario por Juan Antonio Camargo*
Tanto dentro de su propio partido como en la calle, a cada vez menos gente le hacen gracia las nuevas payasadas políticas de la lideresa Aguirre. Al polémico nombramiento del ex alcalde Bartolmé Gonzalez como examinador de alcaldes, le sucede ahora el no menos polémico asunto polémico sobre un gerente expulsado por el PP nacional por el escandalo de las tarjetas black y, que Aguirre mantiene en sus cargo contra viento y marea. Esa tozudez asnal de Aguirre, que pretende ser firmeza política, tiene su réplica política en Alcalá de Henares y en la actitud de la edil del Consistorio Complutense Pilar Fernandez, la portavoz de Izquierda Unida nombrada digitalmente por el alcalde Bello para la comisión de investigación Púnica, con sus no menos polémicas declaraciones recogidas por la Cadena Ser y, en las que explicaba de mamera rotunda la perfecta simbiosis entre una SILLA DE PROPIEDAD MUNICIPAL Y SU CULO.
Como ha publicado AlcaláDigital el fantasma de la sospecha del TONGO POLÍTICO sobrevuela sobre los trabajos de la comisión Púnica, presuntamente claro.
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