Su misión tenía que ser la de tranquilizar a la toda la sociedad occidental que mira con preocupación los asesinatos
de dos jóvenes británicos en el país. Sin embargo, las declaraciones
del primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, lejos de llamar a
la calma, han supuesto un enorme varapalo a la opinión pública que puede
hacer que se pierdan miles de turistas, una de las mayores fuentes de ingresos con las que cuenta. Sus palabras han sido tan desafortunadas que incluso varias asociaciones de mujeres ya se han apresurado a reprochárselas.
David Miller, de 24 años, y Hannah Whiteridge, de 23, fueron
encontrados muertos tras una fiesta en la playa, en la isla de Koh Tao. Él recibió varios golpes y después se ahogó en las olas; ella falleció a causa de varias heridas en la cabeza.
Aún no se conoce quiénes fueron los responsables ni por qué lo
hicieron, aunque las autoridades ya lo están investigando con escaso
resultado de momento.Por eso la comparecencia del primer ministro era tan importante. Debía hablar de los avances, tranquilizar a los turistas sobre la seguridad del país… Pero hizo exactamente lo contrario.
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“Siempre hay problemas con la seguridad turística. Piensan que nuestro país es hermoso y seguro y que pueden hacer lo que quieran, que pueden llevar bikinis y caminar por cualquier lugar. Pueden estar seguras (las mujeres) en bikini a menos que sean hermosas”, afirmó el político.
Es decir, que según Prayuth Chan-ocha las chicas guapas no están seguras en su país, obviando claramente que la seguridad de la sociedad es un problema que él mismo se debería ocupar en solucionar y no responsabilizar a los turistas por hacer cosas que son bastante comunes.
Pero si estas palabras ya levantaron polémica, su visión sobre el asesinato de los dos británicos tampoco dejó indiferente a nadie. Y es que el mandatario aseguró que había que analizar el comportamiento de los dos jóvenes.
[Relacionado: La cruel e indigna explotación de los 'esclavos del mar' en Tailandia]“Tenemos que mirar el comportamiento de la otra parte también porque este tipo de incidentes no deberían pasarle a cualquiera y ha afectado a nuestra imagen”, comentó.
Las asociaciones a favor de las mujeres ya han puesto el grito en el cielo por las palabras del político y han manifestado que son “enormemente insensibles” y “completamente inapropiadas”.
Realmente flaco favor han hecho a un país que está siendo mirado con lupa en los últimos años. La inestabilidad de los sucesivos gobiernos,
encarnados fundamentalmente por los hermanos Shinawatra, las protestas
callejeras y el clima de tensión y violencia dejan a Tailandia sumida en
un mar de dudas y a los extranjeros pensándose muy seriamente si es el mejor lugar al que pueden ir.
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