El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero negaba en público que redujera el coste de las rescisiones de contratos mientras lo defendía ante el organismo internacional
La reforma laboral abre la veda del despido barato
El Gobierno español, a través de su director ejecutivo en el FMI, calificó de “revolución” la reforma laboral que aprobó en 2010, según reflejan las actas de las reuniones del Fondo que se acaban de desclasificar. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que entonces negaba en público que esta normativa supusiese un abaratamiento del despido, exhibió ante el organismo presidido en ese momento por Dominique Strauss-Kahn que su reforma, que le costó una huelga general, sí significaba en la práctica un menor gasto para las empresas por las indemnizaciones de los trabajadores, según defendió el representante español en una reunión en el organismo celebrada el 14 de julio de 2010. Seguir leyendo esta noticia.
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