Federico Castaño
El líder socialista ha elegido la corrupción en el PP como factor definitivo del ‘no’ a Mariano Rajoy que defenderá el miércoles en la sesión de investidura, argumento que considera seguro para impedir que su partido le obligue a cambiar de actitud en las próximas semanas.
Los casos de corrupción en el PP, próximos a reactivarse judicialmente, centrarán una parte considerable del discurso que Pedro Sánchez entonará el miércoles en el Congreso para apuntalar su ‘no’ a Mariano Rajoy. El líder socialista argumentará que la regeneración del PP pasa “necesariamente” por colocarle en la oposición, en lugar de “indultarlo”, que es lo que, a su juicio, significaría que el PSOE le permitiera “por activa o pasiva alcanzar La Moncloa”. No es un elemento ciertamente novedoso en la estrategia de Sánchez, pero su equipo de confianza está convencido de que es lo suficientemente poderoso como para poder mantenerlo vigente más allá del 25 de septiembre, fecha de las elecciones vascas y gallegas, uno de los referentes temporales que se manejan en el Partido Socialista para reflexionar sobre un posible cambio de posición que conduzca hasta la abstención y, por tanto, a permitir que Rajoy siga en La Moncloa.
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