Jan Martínez Ahrens
26/9/2017
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Simpatía, cierta distancia y muchos intereses comunes. Washington sitúa a Madrid en su zona templada. No hay conflictos y las relaciones son las propias de dos aliados. Comparten intereses estratégicos, se intercambian con fluidez información antiterrorista y ni siquiera hay roces con esa balanza comercial que tanto encrespa al presidente Donald Trump. Por el contrario, España invierte más en Estados Unidos que a la inversa (60.000 millones de euros frente a 50.000 millones en 2015) y además alberga dos bases militares estadounidenses. “No hay ninguna controversia, España es un aliado que se escapa de la atención de Trump, mucho más centrado en el déficit comercial con Alemania. Y eso es algo francamente bueno para España”, afirma Jeffrey Anderson, profesor de la Universidad de Georgetown. Seguir leyendo>>
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