23/2/2018
Daniel Verdú
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En el pasillo, un grupo de guardaespaldas pasa la tarde charlando. Detrás de la puerta blindada, en un despacho de la fiscalía Antimafia de Roma al que se accede a través de un interfono, espera el magistrado más protegido de Italia. Nino di Matteo (Palermo, 1961), el fiscal que ha investigado los vínculos entre el Estado italiano y la Cosa Nostra, se encuentra bajo protección desde 1993, pero en los últimos 5 años, las medidas han llegado al máximo nivel. Ocurrió después de que que la policía interceptase unas conversaciones donde el gran capo de la Cosa Nostra, Totó Riina, asegurando desde la cárcel que quería verlo muerto. Y tenía sus motivos. Seguir leyendo>>
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