3/2/3019
Víctor Amaya
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La caída de Maduro no será ni rápida ni inminente, según el último giro de Trump.
El cambio en Venezuela no será rápido, ni tampoco es inminente. Al menos es lo que transmite el cambio de posiciones al respecto que se ha vivido en esta semana en América Latina. Mientras Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) y reconocido como «interino» de la República por más de 50 países, continúa su gira regional; en Venezuela todo se prepara para su eventual regreso. «Deberá enfrentar a la justicia», ha dicho Nicolás Maduro sobre el posible encarcelamiento del opositor, que violó una prohibición de salida del país dictada por el Tribunal Supremo que maneja el chavismo. Hace apenas una semana, John Bolton, el asesor de seguridad nacional de Donald Trump, recalcaba que cualquier daño a Guaidó traería consecuencias con la Casa Blanca, «y es algo que hemos hablado con nuestros socios en la región, en la Unión Europea y en el mundo». En el Grupo de Lima –conformado por 13 países de Latinoamérica– se exigió no actuar contra el opositor, que está protegido además por unas medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que Maduro ha violado en otros casos una y otra vez. Seguir leyendo>>
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