sábado, 18 de enero de 2020

España: El hedor moral de la desjudicialización.

18/01/2020
Iñaki Garay
Desjudicializar la política es lo mismo que decir que algunos van a poder delinquir con impunidad.
Hay pocas cosas que desprendan tanto hedor moral como los eufemismos que en pleno siglo XXI esconden auténticas aberraciones democráticas. Aberraciones que se digieren sin pestañear unas veces por simple ignorancia y otras porque el clima político se ha caldeado tanto y las palabras son tan gruesas que empieza a ser normal que la gente se radicalice sin saberlo y se alimente ya de sapos que vienen cocinados con ese curry fuerte que le ponen sus políticos. Personas y medios que miran alarmados hacia la ventana advirtiendo de la llegada de un hipotético totalitarismo fascista de los otros, mientras por la puerta abierta los suyos, que son también hipotéticos progresistas, se apropian indebidamente de la libertad y los derechos de todos. Y lo hacen utilizando términos bastardos como "desjudicializar". Si lo llaman por su verdadero nombre, "patente de corso para familiares y amigos", lo entiende todo el mundo, que es lo que quieren evitar. Es como cuando las cajas llamaban "preferentes" a lo que en realidad era "deuda perpetua", para poder colarle la píldora envenenada a los abuelos y apropiarse de sus ahorros. ¿Quién no iba a querer tener preferentes, con lo cómodos que son los asientos? Desjudicializar la política en estos momentos no es otra cosa que decir que algunos van a poder delinquir desde ya con total impunidad. Seguir leyendo>>

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