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23/08/2020
 Beatriz Navarro |
Que estas elecciones presidenciales son “una batalla por el alma de la nación” es oficialmente el eslogan de la campaña del demócrata Joe Biden pero si hay una sola cosa que une a progresistas y conservadores es la certeza de que, gane quien gane, nada será igual en Estados Unidos después del tres de noviembre. Son las elecciones del Apocalipsis.
“Si nuestros rivales prevalecen, nadie volverá a estar seguro en este país. Soy lo último que separa el sueño americano de la anarquía total, la locura y el caos. Si no ganamos, todo desaparecerá, todo”, avisa el candidato republicano, el presidente Donald Trump, con la vista puesta en lo que llama “las amas de casa” de los suburbs , las zonas residenciales a las afueras de las ciudades, un territorio tradicionalmente republicano que desde el 2018 bascula hacia los demócratas gracias al voto de las mujeres. “El tres de noviembre está en juego el futuro de nuestro país y nuestra civilización”.
“Si nuestros rivales prevalecen, nadie volverá a estar seguro en este país. Soy lo último que separa el sueño americano de la anarquía total, la locura y el caos. Si no ganamos, todo desaparecerá, todo”, avisa el candidato republicano, el presidente Donald Trump, con la vista puesta en lo que llama “las amas de casa” de los suburbs , las zonas residenciales a las afueras de las ciudades, un territorio tradicionalmente republicano que desde el 2018 bascula hacia los demócratas gracias al voto de las mujeres. “El tres de noviembre está en juego el futuro de nuestro país y nuestra civilización”.
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