27/10/2020 Cruz Morcillo |
El ecuatoriano Antonio Vladimir Vinueza Morales, de 48 años, fue condenado en España a 15 años de prisión por violar a su hija entre 2001 y 2006. La niña tenía diez cuando empezaron las agresiones. Está fugado. El alemán Soheil Omid Kholossian está en busca y captura desde 2017 por violar a varias niñas en Colonia. Según la policía germana, escapó a Irán y ejerce allí como guía turístico. Son dos de los agresores sexuales que aparecen en la nueva campaña de Europol que persigue localizar a los 18 pederastas y violadores considerados más peligrosos por cada país. Algunos están condenados, otros no, pero todos se han sustraído a la acción de la Justicia. Cada dos minutos se denuncia un delito sexual en la Unión Europea, pero la cifra negra es incalculable.
Cada país ha elegido el nombre y la foto más reciente del que considera el fugitivo más peligroso acusado de un delito sexual, datos que están ya publicados en la web eumostwanted.eu acompañados de una explicación del perfil del criminal, los hechos cometidos, la fecha de nacimiento, la nacionalidad del acusado y el estado de la investigación. La mayoría son depredadores de niños y mujeres, algunos camuflados en su entorno familiar.
«Vivimos en la zona Schengen, por lo que podemos viajar sin mostrar un pasaporte. Esto es bueno para nosotros, pero también es bueno para los criminales, pues pueden esconderse rápidamente pasando de un país a otro. Así que tenemos que mirar esta situación desde una imagen internacional», explicó a Efe Jan op Gen Oorth, director de esta campaña.
En ocho horas, la web de Europol llegó a más de 60.000 visitantes únicos, un incremento del 70 por ciento en comparación a cualquier otro día, «lo que significa que hay una mayor probabilidad de detener a un criminal». Ese es el fin: que alguien reconozca a alguno de estos monstruos y dé información que lleve hasta ellos.
Ayer mismo la Policía Nacional detuvo a un individuo de perfil idéntico a los de la lista en Benissa (Alicante). Se trata de un fugitivo de origen islandés al que le constaba una orden europea de detención y entrega interpuesta por las autoridades de Dinamarca por delitos de agresión sexual a su hija menor de edad, lesiones graves y pornografía infantil. Desde junio llevaban tras su pista. Tiene pendiente una condena de 12 años por violar a su niña y darle palizas para que no se resistiera y otra por pornografía infantil. Se había refugiado en España, como tantos.
Los individuos a los que se señala en la campaña comparten tipo delictivo y fuga. Bélgica busca a Saliboko Yumbi, de 31 años, que tiene una doble condena por violación. Agredió a dos mujeres en 2014 y 2016. Debe cumplir once años de prisión, pero se ignora su paradero desde hace cuatro años.
Otro acusado de violación es el francés François Di Pasquali, quien abusó sexualmente de una mujer de 84 años que padecía alzhéimer, según se pudo comprobar a partir de los restos de ADN localizados en la escena del crimen en 2009. Di Pasquali, de 48 años, tiene familia en Italia y España que «podrían brindarle apoyo logístico» para mantenerle fuera del radar.
Las campañas funcionan a la vista de los resultados. Desde 2016 se ha detenido a 91 criminales de todo pelaje, 33 gracias a una pista ciudadana, según explicó a Efe el portavoz de Europol, quien insta a enviar cualquier dato a la Policía en español desde la web oficial de la campaña.
«Vivimos en la zona Schengen, por lo que podemos viajar sin mostrar un pasaporte. Esto es bueno para nosotros, pero también es bueno para los criminales, pues pueden esconderse rápidamente pasando de un país a otro. Así que tenemos que mirar esta situación desde una imagen internacional», explicó a Efe Jan op Gen Oorth, director de esta campaña.
En ocho horas, la web de Europol llegó a más de 60.000 visitantes únicos, un incremento del 70 por ciento en comparación a cualquier otro día, «lo que significa que hay una mayor probabilidad de detener a un criminal». Ese es el fin: que alguien reconozca a alguno de estos monstruos y dé información que lleve hasta ellos.
Ayer mismo la Policía Nacional detuvo a un individuo de perfil idéntico a los de la lista en Benissa (Alicante). Se trata de un fugitivo de origen islandés al que le constaba una orden europea de detención y entrega interpuesta por las autoridades de Dinamarca por delitos de agresión sexual a su hija menor de edad, lesiones graves y pornografía infantil. Desde junio llevaban tras su pista. Tiene pendiente una condena de 12 años por violar a su niña y darle palizas para que no se resistiera y otra por pornografía infantil. Se había refugiado en España, como tantos.
Los individuos a los que se señala en la campaña comparten tipo delictivo y fuga. Bélgica busca a Saliboko Yumbi, de 31 años, que tiene una doble condena por violación. Agredió a dos mujeres en 2014 y 2016. Debe cumplir once años de prisión, pero se ignora su paradero desde hace cuatro años.
Otro acusado de violación es el francés François Di Pasquali, quien abusó sexualmente de una mujer de 84 años que padecía alzhéimer, según se pudo comprobar a partir de los restos de ADN localizados en la escena del crimen en 2009. Di Pasquali, de 48 años, tiene familia en Italia y España que «podrían brindarle apoyo logístico» para mantenerle fuera del radar.
Las campañas funcionan a la vista de los resultados. Desde 2016 se ha detenido a 91 criminales de todo pelaje, 33 gracias a una pista ciudadana, según explicó a Efe el portavoz de Europol, quien insta a enviar cualquier dato a la Policía en español desde la web oficial de la campaña.
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