17/06/2021 Francisco Marhuenda |
Una de las cosas que más irritan al independentismo es la presencia de Felipe VI en Cataluña. A pesar de las constantes campañas contra la monarquía, la realidad es que las encuestas muestran que tiene una gran aceptación. Es un dato importante teniendo en cuenta el grado de manipulación y sectarismo de los medios de comunicación controlados por los soberanistas. TV3 y Catalunya Radio son el antiperiodismo más deleznable, y las escuelas, institutos y universidades se usan al servicio del independentismo. Lo más importante es que no consiguen plenamente sus objetivos. Los intentos de presentar al Rey como anticatalán son un despropósito enorme, pero vivimos tiempos en los que la mentira es moneda corriente en mi tierra. El Rey ha tenido siempre un comportamiento ejemplar en todos los aspectos de su vida, tanto pública como privada, porque es su forma de concebir el servicio a los españoles. Todos nos deberíamos sentir unidos y representados por una jefatura del Estado donde el monarca es el primer funcionario y, como tal, tiene que ser un espejo sin mácula. El carácter hereditario de la institución hace aún más necesaria la ejemplaridad que en la presidencia de una república.
Con respecto a Cataluña nada se puede decir en su contra y el discurso con motivo del fracasado golpe secesionista del 1 de octubre respondió, precisamente, a la necesidad de dejar claro que la unidad de España no se puede poner en cuestión. La realidad es que fue una victoria de los que defendían la convivencia, el respeto al orden constitucional y estatutario y la voluntad de la sociedad frente al fanatismo y sectarismo de los que querían romperlo por razones partidistas. Es verdad que los anunciados indultos o las declaraciones irresponsables de miembros del gobierno intentan reescribir la Historia, pero la memoria no es todavía tan frágil para que no recordemos el apoyo de Pedro Sánchez a la aplicación del 155. En aquel momento, el PSOE estuvo donde siempre tiene que estar y es en la defensa de la Constitución que ayudo a elaborar. Don Felipe está intensificando su presencia en Cataluña y cuanto más lo haga más útil será para la convivencia de todos los españoles. Es el Rey de todos, incluidos los independentistas, y el tiempo juega a favor del proyecto común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario