16.07.2021 Jens Thurau |
Cuando la tormenta y las inundaciones afectaron a Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, los principales políticos alemanes se apresuraron a mostrar su simpatía a la población local. Armin Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), candidato a canciller en las elecciones federales de otoño y primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, canceló todas las citas importantes y viajó a las zonas siniestradas. El ministro de Finanzas y vicecanciller, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD), también candidato a la cancillería, hizo lo propio.
Annalena Baerbock, candidata a canciller del Partido Verde, interrumpió sus vacaciones para acudir a la zona de la catástrofe. La líder del Partido Verde, cuyo mayor interés es la protección del medio ambiente, sabe que en medio de un desastre no se hace campaña política. Así que, en vez de armar un espectáculo mediático, prefirió entregar sus palabras por escrito: "Mis pensamientos y mi simpatía están con las personas que lloran a sus seres queridos, con quienes se preocupan por los desaparecidos y atienden a los heridos. Los socorristas están haciendo todo por salvar vidas, arriesgando las propias. Hacen una labor increíble”.
El comportamiento de los políticos en días de catástrofe puede ser decisivo el día de las elecciones. Así quedó demostrado en 2002 cuando el entonces canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, se hizo presente inmediatamente en el lugar de los hechos cuando el Elba se desbordó. El entonces contrincante de Schröder, el bávaro y conservador Edmund Stoiber, dudó y perdió puntos importantes en la campaña electoral. Seguir leyendo>>
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