El Confidencial 20/09/2021 Alejandro Requeijo |
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dictó a finales de julio una resolución en la que ponía fin a la instrucción sobre el espionaje a Bárcenas con el procesamiento del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, su número dos, Francisco Martínez, y diversos mandos policiales. Sin embargo, descartó de forma taxativa la existencia de indicios de la participación de De Cospedal.
La decisión sobre si el caso pasa ya a la fase de juicio o hay que seguir investigando dependerá de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que derivarán los recursos presentados por los implicados. La mayoría pide seguir investigando, incluido el propio Fernández Díaz, quien acusó al magistrado de “cercenar bruscamente otra vía de investigación que es la que está precisamente articulando la Fiscalía”.
Según las fuentes judiciales consultadas por El Confidencial, Bárcenas se une al criterio de la Fiscalía, según la cual, la investigación ha puesto de manifiesto que, "por encima de la cúpula policial y de los máximos responsables del Ministerio de Interior, otras personas habrían participado activamente en el desarrollo" de la Kitchen. Se refiere el Ministerio Público a dirigentes del PP que estarían al tanto del operativo ilegal, entre los que cuenta a la ex secretaria general de los populares y su marido.
Lo que se investiga en el caso Kitchen es el plan parapolicial puesto en marcha entre 2013 y 2015 para seguir a Bárcenas y su entorno para arrebatarle información sensible que pudiese comprometer al PP. En ese momento, Mariano Rajoy era el presidente del Gobierno y los escándalos de corrupción derivados del caso Gürtel y la caja B de su partido protagonizaban las crónicas judiciales y políticas. El juez García Castellón sostiene que el operativo se saldó con éxito sin ponerlo en conocimiento de los jueces que en ese momento investigaban la corrupción del PP.
Bárcenas, víctima y acusación
En esta ocasión, Bárcenas acude como víctima de los hechos investigados y por tanto ejerce la acusación particular. Su defensa secunda todas las diligencias de investigación pedidas por la Fiscalía. Quiere que se cite al ex director general de la Policía Ignacio Cosidó como investigado, también al mando de la Comisaría General de Información Mariano Hervás.
Bárcenas considera clave seguir indagando si la Kitchen fue más allá de esos seguimientos policiales y del trabajo como confidente de su chófer —apodado 'K2' por la trama—. Quiere saber si también fue espiado en la cárcel y pone el foco sobre un antiguo compañero de presidio. Apoya también que se vuelva a investigar al 'falso cura' que asaltó su casa en octubre de 2013, en plena operación Gürtel, o que se agoten las posibilidades para encontrar el material sensible que presuntamente le robaron.
En caso de que la Sala de lo Penal diese la razón al juez en la conclusión de la investigación, las diligencias pendientes se podrían seguir realizando, según aclaran fuentes jurídicas. Una de ellas es la que tiene que ver con el análisis de unos dispositivos de grabación y escucha que en su día colocó el chófer de Bárcenas en el domicilio familiar y que todavía están en poder del extesorero.
Relación con la Fiscalía
Bárcenas y la Fiscalía han mantenido una relación de ida y vuelta a lo largo de este año en que el extesorero anunció una nueva oferta de colaboración en todas las investigaciones abiertas que afectasen al PP. Su propuesta, hecha pública mediante un escrito remitido a finales de enero a los fiscales anticorrupción, se quedó en un amago porque no ha podido aportar documentación que secunde sus manifestaciones.
La Fiscalía pidió en mayo otros cinco años de cárcel para él tras el juicio que le sentó en el banquillo de los acusados por la contabilidad paralela del PP y las obras de la sede nacional del partido pagadas con dinero negro. Antes de eso, desdeñó su oferta de colaboración dudando de su credibilidad. Semanas después, durante su comparecencia en la comisión Kitchen del Congreso de los Diputados, Bárcenas se desvinculó de la redacción de ese escrito.
Bárcenas lleva meses disfrutando de permisos de salida de la cárcel. Al haber cumplido ya un cuarto de su condena y estar clasificado en segundo grado, tiene derecho a solicitar 36 días al año fuera de la prisión repartidos en tramos no superiores a siete días seguidos. La Fiscalía recurrió solo inicialmente la concesión de este beneficio, pero en ocasiones posteriores no se ha opuesto.
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