LOS VERDES DE ALCALÁ DE HENARES
Los humanos como especie invasora
Conocer en profundidad la biodiversidad, analizar su estado y establecer las causas que están impidiendo su conservación son los primeros pasos que hay que dar para plantear medidas que frenen el ritmo de extinción actual.
La pérdida brusca de diversidad natural del planeta nos sitúa, según algunos autores, en la sexta gran extinción de la historia. La diferencia con los anteriores periodos de gran extinción está en las causas que lo han provocado. Todo apunta a que el hombre se ha comportado como una especie invasora, por lo que ha causado una catástrofe biológica capaz de provocar una extinción masiva, tal como señalan los biólogos Pablo Refoyo Román y Benito Muñoz Araujo, en el documento del grupo de trabajo ‘La pérdida de biodiversidad, responsabilidad y soluciones’, coordinado por el Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad de Madrid. En algunos casos el factor humano elimina directamente a las especies (con la caza, los venenos, los atropellos…) y en otros destruye su hábitat provocando la extinción de forma indirecta (a través de fragmentación, deforestación, especies invasoras, cultivos…). También el cambio climático, provocado por la especie humana, aumenta el peligro de extinción de muchas especies.El grupo de trabajo subraya en su informe que los esfuerzos deben ser realizados a nivel global y local, merece una mención especial, por su fragilidad, la biodiversidad de las islas, “donde los fenómenos evolutivos, la ausencia de predadores o la parsimonia reproductora han incrementado la vulnerabilidad de las especies”. Un dato lo corrobora: al menos el 20% de la avifauna mundial se ha perdido por la extinción de aves insulares.
En cualquier caso, remarcan, tenemos la oportunidad de frenar la pérdida de la biodiversidad que se está produciendo, a diferencia de anteriores extinciones causadas por procesos naturales incontrolables. Para conseguirlo a nivel global es necesario que se desarrollen políticas de actuación a nivel local y para esto debe proporcionarse información adecuada sobre biodiversidad a los dirigentes regionales. “Si los concejales de medio ambiente no saben qué es la biodiversidad difícilmente van a poder tomar medidas para su conservación”, recalca Mario García París, investigador del Museo de Ciencias Naturales. Por otro lado, antes de ejecutar las medidas de conservación y los programas educativos, es imprescindible seguir antes una serie de pasos: estudiar la biodiversidad atendiendo a la diversidad genética, taxonómica (especies y linajes) y ecológica, elaborar catálogos y por último crear informes sobre el estado de conservación de las especies.
* Consulta el documento del grupo de trabajo (Descargar).
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