Fotografía:”Ayuntamiento de Alcalá de Henares”
(Editorial) Arranca un nuevo curso político que vendrá marcado por las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de Mayo.
A estas alturas de la legislatura, no sabemos quiénes serán los candidatos de cada formación, pero si sabemos quién será el próximo ex Alcalde de Alcalá de Henares: Francisco Javier Bello Nieto.
A Javier Bello sólo le caben dos escenarios:
En el primero de ellos, y a regañadientes, el Partido Popular le permitiría presentarse a la reelección. Aunque a día de hoy es del todo improbable que Javier Bello – podría ser a merced del empujón de la maquinaria electoral popular- ganase las elecciones, no podría gobernar de ninguna de las maneras.
¿Con quién pactaría Bello?¿Con quién suscribiría Bello acuerdos en esos maravillosos “papeles que lo aguantan todo”?
Evidentemente con nadie. Javier Bello ha hecho de la política complutense un lodazal del que él mismo ahora no puede salir. En un gesto de necedad supina, el propio Bello apostaba a principios de este año por la consecución de una mayoría absoluta en las elecciones de 2015, algo que demuestra el escaso conocimiento de la ciudad que tiene el Sr. Bello.
Pero también cabe otro escenario; ese escenario del que vimos un bosquejo la semana pasada en Madrid. Si el Partido Popular quiere mantener la Alcaldía de Alcalá, deberán ser las propias estructuras del Partido las que pongan remedio a la situación en la ciudad. Nadie duda de que el Partido Popular depende de sí mismo para mantener la Alcaldía de Alcalá, ya que probablemente con un candidato adecuado, la victoria en la ciudad no sería ninguna quimera. Los hipotéticos pactos o acuerdos que entre sí deberían tejer las fuerzas resultantes de los comicios, se llevarían a cabo de forma natural, y en ellos primarían los intereses de todos los alcalaínos y no estarían viciados por los numerosos errores cometidos en el pasado.
Ni es difícil, ni es imposible. Bello no necesita de la política para vivir, porque disfrutaba de un “maravilloso trabajo” – en el que seguro echan de menos sus servicios- antes de su incorporación a la vida pública, y el Partido Popular no necesita a un Bello que lo único que ha traído tanto para la ciudad como para el Partido Popular de Complutense, han sido numerosos problemas desde el mismo día en el que concurrió en la lista en las pasadas elecciones – incorporación que ya provocó un notable descalabro electoral-.La ciudad hoy en día se encuentra en una situación de degradación institucional sin parangón, situación de la que Javier Bello es el único responsable.
Los hitos más importantes del Gobierno de Bello desde que accedió a la Alcaldía han sido los numerosos proyectos infundados así como el brutal aumento de la deuda de los complutenses. Javier Bello ha desatendido el Gobierno para centrarse en su polémico papel en las redes sociales, lo que ha provocado un importante vacío de poder en su propio equipo, vacío que se ha visto plasmado en los numerosos enfrentamientos entre los concejales así como en las diferentes crisis de gobierno de la ciudad.
Que Alcalá y los alcalaínos tenemos futuro, es evidente. Pero nuestro futuro pasa porque el “peor Alcalde de la historia de Alcalá”, – esa vitola ya es patrimonio incontestable de Javier Bello- nos deje vivir con tranquilidad. Un futuro sin Bello supondría diálogo, negociación y acuerdos en papeles en los que la firma es sencillamente eso, una firma que refleja lo que debe ser, la voluntad política de construir una ciudad, con un diálogo abierto entre Populares, Socialistas, magentas, Izquierda Unida, Podemos, ciudadanos, España2000 o cualquier otra formación con respaldo popular.
Eso es posible en nuestra ciudad: posible y real. Los alcalaínos y los complutenses tenemos que apelar al sentido común de nuestros políticos, para que la vida política complutense pueda cimentarse sobre el diálogo y la negociación.
Ver mas en Bello convierte el PP en ceniza y Alcalá en miseria
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