lunes, 29 de junio de 2015

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Comprenda la Encíclica del Papa Francisco sobre el Cambio Climático 

Además de no proporcionar soluciones claras, el Papa convenientemente ha dejado fuera lo que es tal vez la más grave amenaza para el planeta y para la humanidad: la Geo-ingeniería.
      Al negar el acceso de los países pobres a los combustibles fósiles, o un reemplazo realista para promover su desarrollo, el Papa Francisco está condenando estos países a la pobreza perpetua.         
      Ni las fuentes de energía solar, ni viento son sustitutos viables debido a su mala pobre desempeño y su vasta demanda de territorio para abastecer las necesidades energéticas.
Vamos a empezar por el final, y en el camino entender por qué el último esfuerzo del Papa Francisco para atraer a sus seguidores a la Iglesia de Cambio Climático es un fracaso.
El Papa Francisco ha cometido un enorme error al intentar intervenir en el debate mundial sobre el calentamiento global y cambio climático.
Sus percepciones tanto sobre el calentamiento global y el cambio climático, así como otros temas que intentó abordar, tales como el uso de combustibles fósiles y su papel en la aparición de eventos atmosféricos “catastróficos” relacionados con la emisión de dióxido de carbono, que por cierto es un gas científicamente probado como generador de vida, son la prueba de que él no tuvo ningún científico a su lado, antes o durante la redacción del documento.
El Papa comenzó su peregrinación hacia el altar del “consenso científico” en el pie izquierdo. Junto con su falta de conocimiento científico, que se ha demostrado en el texto de la encíclica, el Papa del pueblo también prohibió la cobertura noticiosa de su reunión con representantes de las Naciones Unidas y al hacerlo discriminó contra los periodistas que deseaban asistir. La razón de la prohibición era el escepticismo público de los periodistas acerca de la teoría del calentamiento global antropogénico.
La Encíclica Papal de 184 páginas dedica varios de sus párrafos exclusivamente a atender las preocupaciones ambientales contenidas en la mente del Papa. Estos párrafos son los que tendrán la atención de este artículo. Echemos un vistazo a la primera de las declaraciones del Papa que abordan directamente el clima.
El clima es un bien común, que pertenece a todos. A nivel mundial, es un sistema complejo vinculado a muchas de las condiciones esenciales para la vida humana. Un consenso científico muy sólido indica que actualmente estamos asistiendo a un calentamiento perturbador del sistema climático.
En las últimas décadas este calentamiento ha ido acompañado de un aumento constante en el nivel del mar y, al parecer, un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, incluso sin que se pueda dar una causa científicamente determinable a cada fenómeno en particular. La humanidad está llamada a reconocer la necesidad de cambios de estilo de vida, la producción y el consumo, para combatir este calentamiento o al menos las causas humanas que lo producen o agravan.
Es cierto que hay otros factores (como la actividad volcánica, las variaciones en la órbita y eje de la Tierra, el ciclo solar), sin embargo, una serie de estudios científicos demuestran que la mayor parte del calentamiento global en las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros) liberados principalmente como resultado de la actividad humana.
Concentrados en la atmósfera, estos gases no permiten que el calor de los rayos del sol sean reflejados por la tierra para que se dispersen en el espacio. El problema se ve agravado por un modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, lo que está en el corazón del sistema de energía en todo el mundo. Otro factor determinante ha sido un aumento en usos modificados del suelo, principalmente la deforestación con fines agrícolas.
Este párrafo está lleno de errores de hecho que puede ser fácilmente señalados y corregidos con los datos de agencias internacionales de renombre cuyas observaciones y pruebas obtenidas durante el proceso de investigación, pintan un cuadro diferente.
En primer lugar, el planeta no se está calentando. De acuerdo con datos de la NOAA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, el calentamiento de la Tierra se detuvo hace 18 años y el planeta ha visto una nueva tendencia de enfriamiento global durante los últimos 10 años.
El siguiente punto en el que el Papa se equivoca es su alegación del supuesto creciente niveles del mar. En este caso, los propios datos de la NOAA también refutan la afirmación del Papa sobre un aumento significativo en los niveles del mar y el inminente aumento catastrófico debido al calentamiento global.
En realidad, los océanos han aumentado en promedio 8 pulgadas por cada 100 años, desde que hay  registros. Luego, está la afirmación del Papa que el calentamiento global causado por el hombre hace que eventos como huracanes, tornados, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos. Sin embargo, la evidencia y la perspectiva histórica dicen lo contrario.
Según lo explica James H. Rust, profesor emérito de ingeniería nuclear, y ferviente crítico del‘business as usual’ en la situación de las políticas energéticas, sugerir que el dióxido de carbono y la quema de combustibles fósiles está causando estos cambios es una afirmación muy tenue al examinar eventos similares eventos en momentos en que los cambios de dióxido de carbono no se estaban produciendo”.
Por último, pero no menos importante, en el párrafo anterior, el Papa echa la culpa al dióxido de carbono por el calentamiento actual y la inminente contaminación general del medio ambiente. Según lo explicado por Rust, ni el CO2 ni otros gases de efecto invernadero tienen influencia en la radiación solar, ya que son transparentes en el espectro de longitudes de onda.
El CO2 no es un contaminante ambiental, sino la principal fuente de “alimento” para la vida vegetal, que es lo que los animales, las plantas y nosotros los seres humanos comemos.
Si hay un resultado importante que se debe señalar de la presencia de grandes cantidades de CO2 en la atmósfera es que la abundancia de CO2 promueve una mejor producción agrícola. En suma, el CO2 es un gas que da vida. Sin demora, vamos a leer y luego analizar las creencias del Papa Francisco en lo que él llama un “círculo vicioso” en relación con las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
En el párrafo siguiente, él hace referencia a declaraciones que también han sido refutadas con la ciencia, no la doctrina.
El calentamiento tiene efectos sobre el ciclo del carbono. Se crea un círculo vicioso que agrava aún más la situación, que afecta la disponibilidad de recursos esenciales como el agua potable, la energía y la producción agrícola en las regiones más cálidas, y que conduce a la extinción de una parte de la biodiversidad del planeta.
El derretimiento de los casquetes polares y en planicies de gran altitud puede conducir a la liberación peligrosa de gas metano, mientras que la descomposición de material orgánico congelado puede aumentar aún más la emisión de dióxido de carbono.
Las cosas se agravan por la pérdida de los bosques tropicales que de otra manera ayudarían a mitigar el cambio climático. La contaminación de dióxido de carbono aumenta la acidificación de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina. Si continúan las tendencias actuales, este siglo bien podría presenciar un cambio climático extraordinario y una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros.
Un aumento en el nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones extremadamente graves, si se considera que un cuarto de la población mundial vive en la costa o en sus cercanías, y que la mayoría de nuestras mega ciudades están situadas en las zonas costeras.
Dado que la mayoría de las afirmaciones del Papa están vinculadas a las emisiones de carbono, vamos a enfatizar una vez más que el CO2 no es un contaminante, sino un gas que sirve como fuente de alimento para la vida vegetal. Abundancia de CO2 se traduce en una flora más robusta, tanto en plantaciones agrícolas como en bosques tropicales, que dicho sea de paso menciona como en peligro.
Como se ha señalado por los expertos, CO2 puede ser considerado un fertilizante que promueve el crecimiento de las plantas con menor necesidad de agua. Un efecto directo de más CO2 como fuente de alimento disponible significa tener el potencial para el cultivo de más alimentos y para que las selvas tropicales crezcan más robustas.
Más detalles sobre el impacto social y económico positivo de un mundo rico de carbono se puede leer en un informe titulado “Los costes sociales de carbono? No los beneficios sociales de carbono”publicado por la Coalición Americana para la Producción de Electricidad Limpia con Carbón. El documento también compara sus resultados a las del informe emitido por el Grupo de Trabajo Interagencial Federal de Estados Unidos.
En su intento por tratar de producir un caso convincente, el Papa continúa hablando sobre el cambio climático y lo que él llama sus graves implicaciones para los pobres, el grupo sobre el que a él le gusta hablar mucho y del cual se siente un aliado.
El cambio climático es un problema mundial con graves consecuencias: ambientales, sociales, económicas, políticas y de la distribución de mercancías. Representa uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad en nuestros días.
Su peor impacto probablemente será sentido por los países en desarrollo en las próximas décadas. Muchos de los pobres viven en zonas especialmente afectadas por los fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen en gran medida de las reservas naturales y los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y la silvicultura. No tienen otras actividades financieras o recursos que les permitan adaptarse al cambio climático o para hacer frente a los desastres naturales, y su acceso a los servicios sociales y la protección es muy limitada.
Por ejemplo, los cambios en el clima, a la que los animales y las plantas no pueden adaptarse, los conducirán a emigrar; esto a su vez afecta el sustento de los pobres, que se ven obligados a abandonar sus hogares, con una gran incertidumbre por su futuro y el de sus hijos.
Ha habido un aumento trágico en el número de migrantes que tratan de huir de la pobreza creciente causada por la degradación ambiental. Ellos no son reconocidos por las convenciones internacionales como los refugiados; lo que lleva a la pérdida de vidas que han dejado atrás, sin disfrutar de ningún tipo de protección legal alguna.
Lamentablemente, hay indiferencia generalizada a tal sufrimiento, que ahora se ha expandido en todo el mundo. Nuestra falta de respuesta a estas tragedias que involucra a nuestros hermanos y hermanas apunta a la pérdida de ese sentido de responsabilidad por nuestros semejantes, hombres y mujeres en los que se fundamenta toda la sociedad civil.
El Papa quiere que la gente crea que el cambio climático representa una amenaza mucho más grave para los pobres que la guerra, que es la razón principal por la que millones de personas sean desplazadas constantemente en las naciones del tercer mundo.
Los inmigrantes huyen de sus tierras, ya que están siendo desplazados por las poderosas fuerzas militares, como ocurre con los palestinos, en Irak, Yemen, Siria y Ucrania. En este apartado, el Papa deja claro que él no cree que las naciones pobres deban tener la capacidad de desarrollarse como lo hicieron los países ricos.
El Papa Francisco no quiere que los pobres disfruten de los beneficios que ofrece el desarrollo, como el transporte de bajo costo, buenas comunicaciones, calefacción en lugares fríos y refrigeración en lugares cálido, que son las condiciones observadas contra las que los pobres tienen que lidiar en el tercer mundo.
Como mencionamos al principio de este artículo, el Papa Francisco quiere que los pobres sean pobres a perpetuidad. Sobre la cuestión de la supresión de los combustibles fósiles, el Papa dice lo siguiente:
Muchos de los que poseen más recursos y poder económico o político parecen en su mayoría no preocuparse por los problemas o esconden sus síntomas, cuando sólo tienen que hacer esfuerzos para reducir algunos de los efectos negativos del cambio climático. Sin embargo, muchos de estos síntomas indican que tales efectos seguirán empeorando si seguimos con los modelos actuales de producción y consumo.
Hay una necesidad urgente de desarrollar políticas para que, en los próximos años, la emisión de dióxido de carbono y otros gases altamente contaminantes puedan reducirse drásticamente, por ejemplo, la sustitución de los combustibles fósiles y el desarrollo de fuentes de energía renovable. En todo el mundo existe un acceso mínimo a la energía limpia y renovable. Todavía hay una necesidad de desarrollar tecnologías de almacenamiento adecuadas.
Algunos países han hecho progresos considerables, aunque están lejos de constituir una proporción significativa. Las inversiones también se han hecho en los medios de producción y transporte que consumen menos energía y requieren menos materias primas, así como en los métodos de construcción y renovación de edificios que mejoran su eficiencia energética. Pero estas buenas prácticas están todavía muy lejos de ser generalizadas.
Lo peor de la encíclica del Papa es que no proporciona soluciones viables, lo que limita sus opiniones a declaraciones no probadas, datos científicos manipulados y alternativas que no existen. Él llama a abandonar los combustibles fósiles como la principal fuente de energía y pide la adopción de fuentes de energía alternativas sin citar esas alternativas.
Si suponemos que se refiere a la radiación solar, el viento y la biomasa como esas “fuentes alternativas”, una vez más, el Papa muestra completa ignorancia sobre la incapacidad de esas fuentes de energía para impulsar el desarrollo en todo el tercer mundo.
Además de no proporcionar soluciones claras, el Papa convenientemente ha dejado fuera lo que es tal vez la más grave amenaza para el planeta y para la humanidad: la Geo-ingeniería.
Ninguna discusión pública sobre las amenazas ambientales se puede tomar en serio si no se ocupa de la geo-ingeniería; la manipulación del clima a través de aerosoles de pulverización sobre los cielos del planeta. La humanidad está siendo literalmente cubierta por nano partículas de aluminio, cadmio y bario, entre otros metales pesados, que son directamente responsables de la muerte de la flora y de la fauna y de la aparición de enfermedades antes desconocidas. Sin embargo, el Papa omite la geo-ingeniería de su encíclica?
Según el neurólogo Russell L. Blaylock, MD “nano partículas de aluminio son infinitamente más reactivas y pueden penetrar fácilmente en el cerébro.”
Mi principal preocupación es que hay evidencia de que se están rociando toneladas de compuestos de aluminio de tamaño nanométrico. Se ha demostrado en la literatura científica y médica de que las partículas de tamaño nanométrico son infinitamente más reactivas e inducen inflamación intensa en un número de tejidos. De especial preocupación es el efecto de estas nano partículas en el cerebro y la médula espinal, mientras una lista cada vez mayor de enfermedades neurodegenerativas continúan apareciendo, incluyendo la demencia de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig (ALS) que están fuertemente relacionadas con la exposición al aluminio ambiental.
Las sustancias químicas contenidas en los aerosoles son responsables del aumento de la incidencia en el cáncer, la enfermedad de Parkinson, demencia, problemas respiratorios, asma y bronquitis, entre otros, pero quienes informaron al Papa Francisco sobre los peligros inminentes de la destrucción del medio ambiente no le advirtieron sobre el desastre causado por el programa mundial de geo-ingeniería que ha estado activo desde al menos 1960?
No soy científico, pero he dedicado los últimos 18 años a estudiar temas como la destrucción del medio ambiente y humildemente puedo decir que el Papa Francisco no ha hecho nada por el medio ambiente mediante la repetición de la misma propaganda que sale de la boca de los intereses políticos y corporativos.
El Papa Francisco ha perdido una gran oportunidad para pedir a sus seguidores que despierten del largo trance donde la mayor parte de la humanidad ha estado debido a la falta de coraje de sus gobernantes.
Jorge Mario Bergoglio: Usted ha fallado a su fe, a su iglesia, a la humanidad y al medio ambiente al no reconocer públicamente que la agenda ambiental oficial es una estrategia para no permitir el desarrollo del tercer mundo, lo que significa que las personas continuarán viviendo en la miseria por el resto de sus vidas y, al hacerlo, usted fomenta la agenda de despoblación secreta llevada a cabo por los líderes globalistas durante décadas y que el Vaticano y la Iglesia Católica han ayudado a mantener en secreto.
Usted ha elegido un lado, el lado de la élite hambriento de poder que quiere formar un gobierno mundial para tener pleno dominio sobre la humanidad. De hecho, usted ha clamado para que se instale una gobernanza mundial en esta, su más reciente encíclica.
Esta encíclica debe entenderse como una prueba irrefutable de que el Papa Francisco, el Vaticano y la Iglesia Católica están trabajando en contra y no al lado de la humanidad.

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