Francisco CarriónPeriodista |
21/08/2016 12:29
En junio de 2014, cuando las huestes del autodenominado Estado Islámico se hicieron con el control de la ciudad iraquí de Tikrit, perpetraron una de sus matanzas más feroces: 1.700 soldados, en su mayoría cadetes que había sido abandonados por sus superiores, fueron liquidados a sangre fría. Este domingo, Irak ha anunciado la ejecución de 36 presuntos yihadistas condenados por haber participar en el baño de sangre.
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