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Steven Erlager
2/10/2017
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Las imágenes fueron terribles: policías en uniformes antimotines que parecían una mezcla de RoboCop y Darth Vader impidieron que los ciudadanos votaran. Golpearon a gente con sus porras, dispararon balas de goma e hirieron incluso a personas jubiladas. Todo fue captado por las cámaras de celulares y de fotógrafos y los resultados dieron la vuelta al mundo.
Fue el tipo de violencia que la Unión Europea usualmente condena de manera enfática e incluso considera castigar. Pero eso no es tan sencillo esta vez, porque el Estado que cometió tales acciones es justamente un miembro del bloque: España.
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