20/09/2020 Marina Estévez Torreblanca Fátima Caballero |
Las dos administraciones tratan de buscar salidas conjuntamente al negro panorama que amenaza a la región, epicentro de la COVID-19 en la primera oleada cuando registró aproximadamente un tercio de las puertas del país y que vuelve a liderar la estadística de ingresos y contagios. La cita se fraguó el pasado jueves a través de un intercambio de cartas entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Las cifras de Madrid ese día eran espeluznantes: 5.000 contagios comunicados al Ministerio de Sanidad, 1.000 más en una jornada que en todo el mes de julio. El Gobierno de la región llevaba 24 horas sumido en un caos de anuncios, desmentidos, contradicciones y huidas de la prensa que derivaron en una llamada de socorro del vicepresidente, Ignacio Aguado. El discurso oficial de la normalidad madrileña, de que las autoridades regionales podían gestionar el desconfinamiento se había venido definitivamente abajo y todo un número dos del Gobierno pedía ayuda al Ejecutivo de Pedro Sánchez, el mismo al que habían reprochado durante el estado de alarma que no dejasen vivir "en libertad" y al que acusaron de boicotear la economía cuando Sanidad se resistía a que Madrid cambiase de fase. Seguir leyendo>>
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