miércoles, 21 de octubre de 2020

España: Editorial de ABC.

21/10/2020
El pulso inútil de la derecha rota.
Destituir a Sánchez es una obligación nacional, y reforzarlo, un error. La moción de censura solo será útil para el presidente y su acreditado afán de exhibicionismo político.
El Congreso afronta hoy la quinta moción de censura de la democracia, esta vez impulsada por Vox contra Pedro Sánchez, hasta ahora el único presidente que alcanzó La Moncloa por esta vía extraordinaria. No obstante, es una maniobra fallida de antemano en la medida en que su objetivo, la destitución de Sánchez, no contará con votos suficientes. Desde esta premisa, falla también el cariz constructivo con el que las censuras fueron ideadas. Se trata de una operación -legítima- de desgaste al Gobierno, llamada a cubrir un espectro mediático que Vox necesita incrementar para significarse como partido relevante de oposición, y para reafirmar la contundencia de su discurso. Abascal pretende tomar la iniciativa política de confrontación directa con Sánchez en pleno rebrote de la pandemia, y con los españoles inmersos en una recesión sin fondo. Conocido así el resultado de antemano, y que Sánchez se verá reforzado por esa vocación endogámica de la izquierda a autoprotegerse cuando la derecha presiona, esta maniobra no será mucho más que una jugada táctica de Vox, cuyo criterio de oportunidad es discutible si no va a servir de nada. Sánchez es un pésimo presidente y su salida de La Moncloa debería ser una obligación nacional. Sin embargo, no será una moción útil para nadie salvo para Vox y, especialmente, para Sánchez y su acreditado afán de exhibicionismo político. Erigirse en víctima de una persecución ideológica de la derecha es su especialidad, y con eso combate la constante pérdida de credibilidad de su Gobierno. Seguir leyendo>>

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