miércoles, 29 de septiembre de 2021

España: El negacionismo, la división de la extrema derecha que nadie vio venir.

29/09/2021
Asier
Martiarena
Después del terremoto que supuso la muerte del bipartidismo, la ingeniería política de las coaliciones y los tripartitos ha obligado a los partidos a redoblar sus sistemas de vigilancia. Ya no tienen un solo enemigo al que controlar, sino varios. Y, para colmo, la sucesión de ciclos electorales cada dos años -o menos- ha acelerado la mutación de muchas formaciones que de un año a otro han pasado de ser enemigos a aliados. Y viceversa. Pero puestos a abonarse a las tramas palaciegas, España suma a la cultura política una afición que en los países vecinos se practica mucho menos. El de las guerras intestinas con combates sangrantes por llegar al poder.

Lo hemos visto en la izquierda -con Íñigo Errejón y Pablo Iglesias (Podemos), y Susana Díaz y Pedro Sánchez (PSOE)-, también en la derecha -con Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado (PP)-. Y ahora se está empezando a ver en la extrema derecha, en donde los bandos aún están por conformarse pero que ya tiene tablero de juego para la contienda: Las vacunas.

Todo comenzó el 17 de septiembre durante una entrevista de Federico Jiménez Losantos a Santiago Abascal.

"¿Usted se ha vacunado"? interpeló el periodista de cabecera de la extrema derecha.

"Me niego a declarar. ¿Desde cuándo hay que declarar sobre asuntos de salud en público?", contestó el presidente de Vox.

La pregunta, aparentemente inocente e, incluso, comprensible como aperitivo para romper el hielo tras el periodo vacacional, ha abierto el cajón de los truenos del conservadurismo español. Todo porque un colaborador del periodista radiofónico repreguntó a Abascal incidió en la postura del partido ante la campaña de vacunación. "En Vox hemos defendido y defendemos una postura contraria ya que la vacuna debe ser voluntaria", señaló.

Fue en ese momento cuando Losantos le interrumpió para replicarle que vacunarse es "un acto de salud" al tiempo que le espetó que "desde que hay vacunas no ha muerto ningún sanitario".

El líder de Vox comprendió la que se le estaba viniendo encima y quiso subrayar que él se había mostrado contrario a la obligatoriedad, pero no a las vacunas. Pero su matización llegaba demasiado tarde ya que Losantos no dudó en calificarle de "irresponsable" por mandar esos mensajes a los 6 millones de votantes del partido.

Y a partir de ahí la bola no ha dejado de rodar y de crecer. Losantos ha insistido en su programa en criticar la postura de Vox en esta materia y sus seguidores la han amplificado en diversos foros. Mientras que los simpatizantes de Vox solo se les ha ocurrido cargar contra el locutor calificándole de "sospechoso" después de haber sido uno de los principales altavoces mediáticos de la extrema derecha cuando ni siquiera tenía representación parlamentaria.

A todo esto, sí que hay dirigentes de Vox, como Macarena Olona, que han documentado en redes sociales su proceso de vacunación. Y a cambio, también hay que decir, han sido vapuleadas por el sector negacionista.

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