01/10/2021 |
Con el tiempo jugando a contrarreloj. La Cámara de Representantes estadounidense aprobó un proyecto de ley para la financiación la Administración del mandatario, Joe Biden. El Congreso, liderado por la mayoría demócrata, tenía de plazo hasta la media noche del jueves para conseguir el respaldo necesario o, de lo contrario, se quedaría sin fondos y tendría que cerrar el Gobierno, lo que hubiera supuesto un duro golpe para Biden, cuyo liderazgo sufrió un fuerte revés con la crisis generada en Afganistán.
A última hora de la tarde del jueves, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, firmó el proyecto de ley. Una victoria para su partido. Pelosi celebró la votación alegando que “los demócratas defienden a la gente y lucharemos para proteger su salud, la seguridad nacional y su bienestar. Esta legislación hace justo eso”.
La líder del Congreso apeló también a la importancia de dicha financiación en un momento en el que Estados Unidos se está recuperando de las secuelas económicas derivadas de la pandemia de la covid-19.
Con 254 legisladores a favor y 175 votos en contra, el borrador fue aprobado y fue enviado a la Casa Blanca, donde Biden plasmó su firma, convirtiéndose en ley. Esta medida prolonga hasta el 3 de diciembre los fondos al Ejecutivo demócrata. Una vez alcanzada esa fecha ambas bancadas, republicanos y demócratas, tendrán que lograr un nuevo acuerdo.
Ampliación de la financiación y las ayudas a corto plazo
La legislación de gastos a corto plazo también proporcionará unos 28.600 millones de dólares en ayuda para los que se están recuperando del huracán Ida y otros desastres naturales. Unos 10.000 millones de dólares de ese dinero estará destinado a los agricultores a cubrir las pérdidas de las cosechas por la sequía, los incendios forestales y los huracanes. Otros 6.300 millones de dólares servirán para apoyar el reasentamiento de los evacuados de Afganistán tras la abrupta salida de las tropas estadounidenses luego de 20 años de invasión.
Ya el miércoles, el Senado aprobó el proyecto, con 65 votos a favor y 35 en contra, evitando una crisis en el Gobierno estadounidense. “Este es un buen resultado del cuál estoy feliz”, expresó el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.
La aprobación de la norma ofrece más tiempo a los legisladores para redactar las medidas de gasto que financiarán las agencias federales y los programas que administran, con el Gobierno en funcionamiento durante otros dos meses.
De no haberse aprobado, implicaría el cierre de la mayoría de agencias, museos, parques nacionales y otras instituciones que dependen directamente del presupuesto gubernamental, dejando a unos seis millones de funcionarios estadounidenses sin empleo ni sueldo temporal. “Sería catastrófico”, dijo Pelosi al respecto.
El tiempo es limitado
El tiempo es limitado. Los legisladores cuentan con un plazo, hasta el 18 de octubre, para expandir la capacidad de endeudamiento del país y evitar su primer impago en la historia de Estados Unidos.
Con reciente victoria de Biden y una vez se asegure el financiamiento temporal de su Gobierno, los demócratas centrarán sus esfuerzos en elevar el límite del endeudamiento, que ahora supone 28,4 billones de dólares. Pero los republicanos niegan suspender el límite de emisión de deuda y su ampliación, pese a que permitiría al Gobierno federal pagar sus obligaciones ya contraídas, por lo que está en manos demócratas.
"Hoy podemos financiar el Gobierno porque la mayoría aceptó la realidad. Lo mismo tendrá que ocurrir con el límite de la deuda la próxima semana", dijo Mitch McConnell, líder republicano en el Senado, animando a los demócratas a elevar la deuda por su cuenta.
Polémico proyecto de ley de infraestructuras
Biden afrontó otro desafío y tras la votación, se apresuró a organizar con Pelosi una nueva votación, que se iba a llevar a cabo este jueves, para seguir adelante con el plan de infraestructuras. El proyecto se ha topado con un fuerte rechazo entre varios miembros de su fila más moderados y el ala progresista. El pasado mes la medida fue aprobada en el Senado con apoyo republicano.
Pero las divisiones son patentes entre el proyecto bipartidista, que pide invertir un billón de dólares destinado a carreteras, ferrocarriles, puentes, aeropuertos, mejoras en la red de Internet y otras infraestructuras; y un paquete partidista de Biden de 3,5 billones de dólares, enfocado en reforzar los servicios sociales y abordar la emergencia climática, reclamado por los demócratas progresistas.
Si bien la bancada moderada demócrata apoya la parte de las infraestructuras, desconfían de los gastos del proyecto más ambicioso. En contra parte, los demócratas más progresistas niegan el apoyo a los proyectos de carreteras y puentes si a cambio no hay financiación para mejores garantías en materia de educación, salud o medio ambiente.
El estancamiento de este borrador y las divisiones nubla la reciente victoria de Biden, esforzado en encontrar un punto de consenso. De hecho, los demócratas más reticentes al proyecto niegan su voto hasta que sus peticiones no se vean reflejadas en el presupuesto final, mientras los republicanos piden un proyecto de ley de infraestructura más moderado, en torno al billón de dólares.
"Mientras la mayoría demócrata siga insistiendo en gastar dinero a manos llenas, los republicanos se negarán a ayudarles a levantar el techo de la deuda", criticó el representante Tom Cole, republicano de Oklahoma.
Por su parte, la congresista progresista, Alexandria Ocasio-Cortez, criticó a sus colegas moderados: "En este momento, lo que estamos viendo desde el lado conservador, este pequeño grupo de personas, es un patrón de negociación fundamentalmente poco serio".
"Build Back Better", el lema de Biden
Es posible que la votación del proyecto de infraestructuras se lleve a cabo el jueves. El líder demócrata considera que su programa “Build Back Better” es clave para su legado y para garantizar futuras victorias de su partido, de cara a las elecciones de medio mandato.
Con una mayoría muy reducida en el Congreso, los demócratas no pueden permitirse perder muchos votos si quieren aprobar su programa. Pero es poco probable que obtengan un gran apoyo de los republicanos de la Cámara de Representantes, deseosos de recuperar la mayoría en las elecciones al Congreso de 2022, por lo que el mandatario está enfocado en lograr una propuesta más reducida que pueda unir a los demócratas.
Con Reuters y AP
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