16/09/2021 Laura Fàbregas |
La dirección de ERC cree que la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede ser útil para obligar a Sánchez a cumplir con sus demandas. En especial, si Bruselas está atenta a las negociaciones.
El margen de dos o más años que Moncloa otorga a la mesa de diálogo entre ejecutivos para hallar una solución al "conflicto territorial" también sirve a los intereses de ERC. Más allá de ganar tiempo entre los dos partidos que ostentan la presidencia en sus respectivos gobiernos de coalición, la dirección 'republicana', según explican fuentes de la formación a Vozpópuli, quiere "internacionalizar" este diálogo bilateral con el fin de que la Unión Europea no dé por zanjado sus aspiraciones secesionistas. Por esta razón, tienen muy presente que un eventual fallo condenatorio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al Estado en la causa del procés en el Tribunal Supremo puede ser útil para obligar a Pedro Sánchez a cumplir parte de sus demandas. En especial, si Bruselas está atenta a las negociaciones.
Se trata, en definitiva, de repetir lo que en su momento se hizo con el procés independentista: llamar la atención de la comunidad internacional. Esta vez, con la 'diplomacia' de la Generalitat en un segundo plano -y controlando el gasto público-, pero con la necesidad de que Europa no se limite a hablar de un "asunto interno" si hay, como así prevén, una condena de un tribunal internacional.
Las fuentes consultadas no niegan de que es una estrategia arriesgada y sin garantías de éxito, con factores externos que no dependen exclusivamente de los integrantes de la Mesa, pero es a lo que se agarra la dirección para frenar el escepticismo que genera entre su propio electorado dicha herramienta de diálogo y para neutralizar los intentos de Carles Puigdemont y sus afines de boicotearla. Y, además, en el corto plazo, no hay otra alternativa, añaden.
Moncloa ante Estrasburgo
La sentencia del Tribunal Supremo de octubre de 2019, que condenaba por sedición y malversación de caudales públicos a los principales cabecillas del procés, abrió la puerta a agotar las instancias judiciales españolas: el Tribunal Constitucional rechazó los recursos presentados por los independentistas, y el equipo legal de los presos puso el foco en la justicia europea.
El primero en presentar su recurso ante el TEDH fue el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, el pasado 16 de junio. En su escrito esgrimía que el Estado “limitó de forma abusiva sus derechos fundamentales, según lo que establece el artículo 18 del convenio europeo de Derechos Humanos”. Y, con argumentos similares, el resto de condenados también ha ido presentado sus recursos.
Aunque Estrasburgo puede tardar en resolver el caso, la posibilidad de que falle en contra de los intereses de España también fue contemplada por Moncloa. De hecho, uno de los argumentos que circulaban internamente entre el Ejecutivo de Sánchez para conceder los indultos era que Europa enmendaría la plana al Supremo.
Asimismo, el hecho de que la sentencia del Tribunal Constitucional avalando la condena del Supremo no fuera por unanimidad (tuvo dos votos discrepantes) será usado por la defensa legal de los independentistas de cara a Europa. Así lo confirmaron en su momento las defensas.
"Trabajar sin plazos"
Precisamente en la Mesa de Diálogo reunida este miércoles entre miembros de ambos gobiernos se ha acordado "trabajar sin plazos". Así lo afirmó el presidente Sánchez que, según dijo, ha constatado con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, que las posiciones políticas "están muy alejadas". El escollo principal es la exigencia independentista de autodeterminación y amnistía que Aragonés volvió a plantear.
Sánchez habló de un problema que se había "larvado" en la última década y por lo tanto es mejor trabajar "sin prisa pero sin pausa y sin fechas". "Lo importante es avanzar sin poner fechas", concluyó. No obstante, aunque fecha concreta no hay, nadie duda de que la sentencia de Estrasburgo tendrá repercusiones sobre la Mesa.
El margen de dos o más años que Moncloa otorga a la mesa de diálogo entre ejecutivos para hallar una solución al "conflicto territorial" también sirve a los intereses de ERC. Más allá de ganar tiempo entre los dos partidos que ostentan la presidencia en sus respectivos gobiernos de coalición, la dirección 'republicana', según explican fuentes de la formación a Vozpópuli, quiere "internacionalizar" este diálogo bilateral con el fin de que la Unión Europea no dé por zanjado sus aspiraciones secesionistas. Por esta razón, tienen muy presente que un eventual fallo condenatorio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al Estado en la causa del procés en el Tribunal Supremo puede ser útil para obligar a Pedro Sánchez a cumplir parte de sus demandas. En especial, si Bruselas está atenta a las negociaciones.
Se trata, en definitiva, de repetir lo que en su momento se hizo con el procés independentista: llamar la atención de la comunidad internacional. Esta vez, con la 'diplomacia' de la Generalitat en un segundo plano -y controlando el gasto público-, pero con la necesidad de que Europa no se limite a hablar de un "asunto interno" si hay, como así prevén, una condena de un tribunal internacional.
Las fuentes consultadas no niegan de que es una estrategia arriesgada y sin garantías de éxito, con factores externos que no dependen exclusivamente de los integrantes de la Mesa, pero es a lo que se agarra la dirección para frenar el escepticismo que genera entre su propio electorado dicha herramienta de diálogo y para neutralizar los intentos de Carles Puigdemont y sus afines de boicotearla. Y, además, en el corto plazo, no hay otra alternativa, añaden.
Moncloa ante Estrasburgo
La sentencia del Tribunal Supremo de octubre de 2019, que condenaba por sedición y malversación de caudales públicos a los principales cabecillas del procés, abrió la puerta a agotar las instancias judiciales españolas: el Tribunal Constitucional rechazó los recursos presentados por los independentistas, y el equipo legal de los presos puso el foco en la justicia europea.
El primero en presentar su recurso ante el TEDH fue el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, el pasado 16 de junio. En su escrito esgrimía que el Estado “limitó de forma abusiva sus derechos fundamentales, según lo que establece el artículo 18 del convenio europeo de Derechos Humanos”. Y, con argumentos similares, el resto de condenados también ha ido presentado sus recursos.
Aunque Estrasburgo puede tardar en resolver el caso, la posibilidad de que falle en contra de los intereses de España también fue contemplada por Moncloa. De hecho, uno de los argumentos que circulaban internamente entre el Ejecutivo de Sánchez para conceder los indultos era que Europa enmendaría la plana al Supremo.
Asimismo, el hecho de que la sentencia del Tribunal Constitucional avalando la condena del Supremo no fuera por unanimidad (tuvo dos votos discrepantes) será usado por la defensa legal de los independentistas de cara a Europa. Así lo confirmaron en su momento las defensas.
"Trabajar sin plazos"
Precisamente en la Mesa de Diálogo reunida este miércoles entre miembros de ambos gobiernos se ha acordado "trabajar sin plazos". Así lo afirmó el presidente Sánchez que, según dijo, ha constatado con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, que las posiciones políticas "están muy alejadas". El escollo principal es la exigencia independentista de autodeterminación y amnistía que Aragonés volvió a plantear.
Sánchez habló de un problema que se había "larvado" en la última década y por lo tanto es mejor trabajar "sin prisa pero sin pausa y sin fechas". "Lo importante es avanzar sin poner fechas", concluyó. No obstante, aunque fecha concreta no hay, nadie duda de que la sentencia de Estrasburgo tendrá repercusiones sobre la Mesa.
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