AFP 18/09/2021 |
En raras ocasiones, los medios de comunicación conservadores y reformadores iraníes elogian al unísono los resultados de la cumbre de la OCS, que se celebró el viernes en Dusambé, la capital de Tayikistán, al término de la cual se aprobó el futuro ingreso de Teherán a esta alianza.
A esta euforia se unió el presidente de Irán, Ebrahim Raisi tras su regreso a su país: "Es un éxito estratégico y diplomático".
Este organismo internacional, que agrupa a India, China, Rusia y varios países de Asia Central --Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán--, pretende rivalizar ante la influencia estadounidense.
"Irán integra el mercado más grande del Este", titula el diario ultraconservador Javan, subrayando que la OCS, "uno de los principales símbolos de la cooperación de potencias no occidentales", allanó "el camino hacia una era postestadounidense".
"Irán ahora puede implementar su política de multilateralismo, abandonar gradualmente una visión basada exclusivamente en Occidente y aliviar las sanciones occidentales", explica el periódico Kahan, también de tendencia ultraconservadora.
Para Etemad, un medio reformista, "esta adhesión permite a los países de conectarse a mercados que representan el 65% de la población mundial".
Irán solicitó su entrada en 2008, pero varios estados miembros se oponían, puesto que no deseaban el ingreso de un país sancionado por los Estados Unidos y las Naciones Unidas debido a su programa nuclear.
Actualmente, el país asiático está bajo sospecha de querer dotarse de armas atómicas, acusaciones que Teherán ha desmentido.
Como simplemente observador desde 2005, Irán no pudo en 2020 ser admitido como miembro de pleno derecho por la negativa en el momento de Tayikistán.
Sin embargo, la alianza ruso-china recibió el viernes a Irán con los brazos abiertos.
- Adhesión difícil -
Para el experto iraní en relaciones internacionales, Fayaz Zahed, "Moscú y Pekín avalaron el ingreso de Teherán, puesto que consideran que la cuestión sobre el acuerdo en materia nuclear está resuelto".
"Los países de la OCS creen que Irán cumplirá con los acuerdos internacionales, ya que las sanciones han sido hasta ahora el principal obstáculo" de la adhesión a la OCS de la República Islámica, aseguró a la AFP Zahed, quien precisó que los rusos, chinos e indios esperan que se levanten las sanciones para invertir en Irán.
La OCS fue constituida en 2001 por China, Rusia y cuatro estados de Asia central -Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán. Y se amplió con India y Pakistán en 2017.
Estos países forman el 60% del continente euroasiático y el 50% de la población global y más del 20% del PIB mundial. Sin duda, un inmenso mercado para Teherán.
En su discurso durante la cumbre de la OCS, el presidente iraní calificó las sanciones de "terrorismo económico" al señalar que representaban "la herramienta más importante de los países hegemónicos para imponer su voluntad a otros".
Según Teherán, los intercambios comerciales entre Irán y los países miembros alcanzaron los 28.000 millones de dólares, (cerca de 24.000 millones de euros) entre marzo de 2020 y el mismo mes de 2021.
La más beneficiada fue China con 18.900 millones de dólares, más de 16.000 millones de euros.
Además del aspecto económico, el gobierno ultraconservador iraní valora que obtendrá una ventaja política.
"El mundo está entrando en una nueva era. La hegemonía y el unilateralismo han fracasado", declaró el viernes Raisi.
"El balance internacional se está inclinando ahora hacia el multilateralismo y la redistribución de los poderes hacia países independientes. Las sanciones unilaterales no sólo están dirigidas a un país. Se ha vuelto obvio en esos últimos años que afectan a más países independientes, especialmente estados miembros de la OCS", prosiguió el presidente iraní.
Irán se encuentra asfixiada financieramente por las sanciones estadounidenses, reforzadas tras la retirada unilateral en 2018 de Estados Unidos del acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Teherán cerrado en 2015 en Viena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario