| 17/07/2022 Diego Herranz |
Las autoridades chinas muestran su convencimiento cada vez de manera más meridiana de que EEUU ha instaurado y va a seguir persuadiendo a sus aliados de la conveniencia de aislar a Pekín. En especial desde el estallido del conflicto armado en Ucrania. Pero no solo por su estratégica alianza con Rusia. También y muy en especial, porque a los ojos de sus jerarcas del PCCh la unión aduanera que configura el Tratado Indo-Pacífico es el espejo económico-comercial del Diálogo Cuadrilateral de Seguridad AUKUS. La maniobra de la Casa Blanca para poner en liza el mercado Indo-Pacífico, que involucra a EEUU, Japón e India junto a otra decena de naciones asiáticas en la promoción del comercio y las inversiones, dentro de un espacio que acapara el 40% del PIB mundial y que aúna tanto a potencias de rentas altas -Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda o Singapur- como a grandes mercados emergentes como Indonesia, Filipinas, Malasia, Tailandia, Vietnam o Brunéi, ha puesto a resguardo a la guardia económica del presidente Xi Jinping. De igual modo que AUKUS, la alianza militar forjada por Australia, Reino Unido y EEUU -de ahí su acrónimo- a la que Japón, el cuarto integrante del diálogo Cuadrangular, ha dado la bienvenida, y con la que coquetea Corea del Sur, tiene movilizada al núcleo pretoriano del jefe del Estado. Seguir leyendo>>
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