15/06/2021 Carmen Valero |
El número de personas en Alemania que se dejan seducir por las ideas de extrema derecha y estar dispuestos al uso de la violencia ha aumentado en un año de pandemia, según el informe de la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) presentado este martes en Berlín por el ministro de Interior, Horst Seehofer.
De acuerdo a ese informe, relativo al pasado año, los servicios de inteligencia detectaron hasta 33.300 extremistas de derecha, de los que 13.300 fueron clasificados como individuos "violentos, preparados para hacer uso de la violencia o estarían a favor de su uso". Eso supone un aumento del 3,8% respecto a 2019.
"Estamos en situación de alarma", afirmó Seehofer, que atribuye ese aumento a la situación creada por la pandemia de coronavirus en tanto que estos grupos extremistas han utilizado las manifestaciones contra la política de restricciones impuesta por el Gobierno para extender sus redes. Esa es la razón por la que el ministro siempre ha defendido que en pandemia "no sólo hay que hablar de una situación sanitaria especial, sino también de una situación de seguridad especial".
IMPACTO DE LA PANDEMIA
Según el director de la BfV, Thomas Haldenwang, las restricciones sociales, además, no han impedido que los contactos de estos grupos se paralice, más bien al contrario. "Los extremistas y los terroristas han tenido, si cabe, más libertad. No se han reunido físicamente, pero han continuado sus actividades y expandido su propaganda anticonstitucional en el mundo virtual, en home-office", allí donde los agentes no pueden entrar.
Entre los extremistas radicales bajo observación de la BfV, que no son todos, hay hasta un millar de los llamados "ciudadanos del Reich", personas que rechazan la legitimidad de la República Federal y sus estructuras democráticas.
Seehofer y el director de la BfV han señalado en reiteradas ocasiones que el mayor problema de seguridad al que se enfrenta el país es el extremismo de derechas, pese a los esfuerzos y la doctrina que se lleva a cabo en este país desde todos los estamentos públicos y sociales para cortar de raíz la semilla que condujo a los mayores crímenes contra la humanidad de la Historia.
Un nuevo esfuerzo en esa dirección es la inclusión por primera vez en un informe de la BfV de un apartado dedicado a la llamada "nueva derecha", por la deslegitimación permanente que hacen del Estado. Se trata de focalizar a extremistas que, a través de un discurso pseudointelectual, intentan mantener públicamente vivo el latido fascista. Ya figuran en ese epígrafe el "Movimiento Identitario Alemania", entre tanto prohibido; la revista "Compact" tribuna frecuente de la populista Alternativa para Alemania (AfD), la asociación "Ein Prozent" (Uno por ciento) y el "Instituto para Política de Estado" del periodista y conocido editor de extrema derecha Götz Kubitschek.
El informe pone igualmente el foco de atención en la extrema izquierda, que intenta hacer justica por su mano con ataques a centros de reunión e incluso en las residencias de ultraderechistas y neonazis. El pasado mes de mayo se produjeron varios ataques de estas características en distintos puntos del país. Uno de ellos fue contra un supuesto activista de ultraderecha y su novia, embarazada, en la ciudad de Erfurt. Fueron atacados durante la noche en su domicilio por un grupo de hombres disfrazados de policías.
Los delitos de violencia achacables a la extrema izquierda aumentaron un 2,8%. La BfV calcula que en el país hay unos 34.300 izquierdistas radicales, de los que 9.600 estarían dispuestos a la violencia.
En términos generales, los delitos con motivación política han aumentado un 8,45%.
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