15/06/2021 Alejandro Requeijo Pablo Gabilondo Beatriz Parera |
Manuel Morocho detalla que el comisario Olivera le ofreció un puesto para apartarle del caso con conocimiento del ministro Fernández Díaz y el juez describe su relato como "desolador".
El inspector de Gürtel narra presiones para quitar a Cospedal y su marido de informes
Manuel Morocho detalla que el comisario Olivera le ofreció un puesto para apartarle del caso con conocimiento del ministro Fernández Díaz y el juez describe su relato como "desolador".
El principal investigador del caso Gürtel, el inspector de la UDEF Manuel Morocho, ha declarado este martes ante el juez del caso Kitchen en la Audiencia Nacional. El policía ha detallado durante varias horas las maniobras que presuntamente sufrió para ser apartado del caso y boicotear las pesquisas que afectaban al PP. Según informan a El Confidencial fuentes presentes en el interrogatorio, ha relatado que recibió instrucciones de sus superiores para eliminar de sus informes sobre la contabilidad B referencias a la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal, a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, y a altos cargos de la formación. Morocho ha narrado que esa indicación la recibió a comienzos de 2013 cuando aparecieron los llamados papales de Bárcenas con anotaciones de la Caja B. En el momento de hacer sus primeros informes, se le dijo que había que quitar las menciones a López de Hierro. La explicación que le dieron es que era amigo del polémico comisario José Manuel Villarejo. En este punto, el testigo ha señalado a un jefe de sección de la UDEF en la que estaba destinado. No obstante, a lo largo de su comparecencia ha acusado a otros mandos policiales de la cadena de mando y ha enmarcado las primeras trabas en 2008, antes incluso de que se practicaran las detenciones del caso.
En cuanto a Cospedal, ha apuntado a que se le pidió eliminar la referencia a que constaba como apoderada de una de las cuentas desde la que se habían hecho transferencias a Unifica, la empresa que fue contratada para la reforma de la sede de Génova 13 y supuestamente aceptó pagos en negro. Estas obras centraron el reciente juicio celebrado en la Audiencia Nacional sobre los papeles de Bárcenas, en el que la Fiscalía pide cinco años de cárcel para el extesorero y la propia Cospedal tuvo que declarar como testigo. El juicio quedó visto para sentencia el pasado 12 de mayo. Siempre según las fuentes consultadas, Morocho ha implicado en estas presiones al que fuera jefe de la UDEF, Manuel Vázquez. También al que fuera jefe de seguridad de Cospedal en la Junta de Castilla-La Mancha, Andrés Gómez Gordo, imputado en Kitchen. Otro de los citados por el testigo ha sido Manuel Álvarez de Luna, compañero suyo en la misma unidad, quien le instaba a eliminar o "limar" partes de sus informes. Morocho ha matizado que, a pesar de estas trabas, él le iba informando de todas sus averiguaciones al juzgado o que le hizo llegar sus pesquisas por medio de un anexo de uno de los informes. "Tuvimos que trabajar en unas condiciones penosas", ha dicho. Su interrogatorio continuará el viernes.
Una llamada al ministro
Pero Morocho también ha relatado un episodio que apunta a la posible intervención del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. Según ha afirmado, el exresponsable de la UDEF que luego ascendió a un alto cargo en la estructura de Interior con el PP, el comisario José Luis Olivera, le citó en junio de 2013 en una cafetería para ofrecerle un puesto fuera de España. Su impresión es que el deseo de sus jefes era apartarle del caso, para lo que ha explicado al juez que pusieron sobre la mesa posibles destinos como la ONU, EEUU o Lisboa. En aquel encuentro, Morocho sostiene que Olivera sacó su móvil para mostrarle una supuesta llamada que estaba recibiendo en ese mismo momento de Fernández Díaz. La impresión manifestada por el investigador era que sus superiores querían demostrar que contaban con respaldo político. A la salida de la declaración, el abogado de Fernández Díaz ha negado esta llamada y ha defendido que su cliente no tiene nada que ocultar. El letrado ha añadido que Morocho ha enmarcado estas gestiones de sus superiores en un "teatrillo". Fernández Díaz, uno de los ministros de confianza de Mariano Rajoy, ya está investigado por estos hechos.
En una de sus respuestas, este policía ha afirmado además que tuvo conocimiento de los seguimientos al entorno de Luis Bárcenas en agosto de 2015 y que tuvo la certeza de que se estaban haciendo de espaldas a la investigación que se seguía en la Audiencia Nacional sobre la caja B del PP. En otro momento, ha contado que en varias ocasiones trataban de ocuparle con otros casos como la operación Campeón, que salpicó a un ministro del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco. Terminaron archivando las diligencias contra él. Tal fue el relato del inspector que en un momento del interrogatorio el propio juez Manuel García Castellón calificó de "desolador" el panorama que estaba describiendo. El objeto de esta citación era tratar de arrojar luz sobre unas anotaciones realizadas por el comisario José Manuel Villarejo en su agenda en 2013, en el marco de la investigación sobre la presunta operación parapolicial para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas. En concreto, el juez quería saber si desde la cúpula de la Policía durante el Gobierno de Rajoy se barajó retirar a Morocho de la investigación para darle una plaza como agregado policial en la embajada de Lisboa.
Ya el 23 de mayo, reseña: CHISCO "muy mosca porque COSPE le dio gran bronca". Y, en el último apunte sobre Morocho que recoge el juez, del 16 de junio, Villarejo señala a CHISCO y apostilla "MOROCHO-LISBOA". En el mismo día, en otra entrada con COSPE, plasma: "Este MOROC nos necesita a Losa y a mí. MOROCHO-LISBOA". Morocho ya compareció como testigo en esta causa en febrero de 2019, pero entonces "no manifestó nada sobre si se le llegó a ofrecer o manejar de algún modo un posible traslado a Lisboa", limitándose a explicar que percibió cierta inquietud entre sus compañeros cuando le preguntaban por las personas a quien investigaba.
En esa misma comparecencia, el inspector confirmó que, en enero de 2015, el entonces responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) Eugenio Pino le adscribió de forma temporal a la misma durante un año y medio, sin que por ello dejara de ejercer sus funciones en la UDEF. Pese a ello, en otra declaración como testigo del pasado octubre ante García-Castellón, Morocho manifestó que tuvo la impresión de que le trasladaron a la DAO para que no avanzara en la investigación sobre la red corrupta liderada por Francisco Correa. La investigación en torno a las actividades de Villarejo ha arrojado varias veces la sospecha respecto a maniobras policiales para perjudicar el principal caso de corrupción que afectaba al PP y que a la postre le terminaría costando el Gobierno a Mariano Rajoy tras la moción de censura de 2018, días después de conocerse la sentencia de la Audiencia Nacional sobre Gürtel. Existe un audio del año 2009 en el que se escucha a Villarejo ofrecer a María Dolores de Cospedal los servicios del entonces jefe de la UDEF José Luis Olivera para boicotear el caso. También se halló entre la documentación incautada a Villarejo un proyecto llamado SMP que los investigadores creen que tenía por objeto entorpecer las pesquisas.
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