23/05/2022 George Chaya |
La sorpresa generada por los resultados en la elecciones del domingo 15 en Líbano han generado alto impacto al interior del grupo político-terrorista Hezbollah y sus aliados que mantenían mayoría parlamentaria amplia. Sin embargo, la han perdido. Los guarismos finales indicaron que el grupo chiita y sus aliados ya no disponen de esa mayoría, los sectores pro-iraníes y pro-sirios socios de Hezbollah sufrieron una dura e inapelable derrota en el escenario electoral libanés, incluso sucedió algo impensado un año atrás, perdió dos de sus bancas históricas en su bastión de la región Sur del país, las que poseía desde 1992 de manera inalterable.
El revés electoral obligará a Hezbollah a tejer alianzas parlamentarias para retomar el control de la mayoría, para ello deberá alcanzar el número mínimo de 64 bancas, algo que hoy no parece sencillo. El secretario general del grupo islamista Hassan Nasrallah, calificó los resultados como la expresión de un mensaje peligroso para el partido y sus aliados. No obstante, la reacción de Nasrallah fue en línea con declaraciones que usualmente ha expresado en el pasado cuando su grupo pasó momentos de crísis e intentó minimizar el daño de la derrota electoral esgrimiendo críticas poco sostenibles contra los resultados y la voluntad de los ciudadanos, los que con su voto rechazaron las políticas de la alianza chiita de Hezbollah y Amal, a la que se suma la corriente cristiana del presidente Michel Aoun, favoreciendo la intervención de Irán en el país. Seguir leyendo>>
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